Entrevista con la secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Patricia Espinosa. La Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Patricia Espinosa, se encuentra en nuestro país participando de la Semana del Clima de América Latina y el Caribe (LACCW 2018).
Las exposiciones que formaron parte de estas tres jornadas que se llevaron a cabo en Montevideo, tenían la consigna “Acción climática para el desarrollo sostenible: impulsando el cambio en América Latina y el Caribe”.
Espinosa dijo a SobreCiencia que es necesario reeducar para que el cambio climático se visualice como un tema central para el proceso de desarrollo y no solamente como algo sectorial del medio ambiente. También reconoció que desde el Secretariado de Cambio Climático y desde Naciones Unidas en general, no están siendo eficaces para comunicar las amenazas y efectos del cambio climático.
“En la medida en que los participantes en las negociaciones y la gente del secretariado son especialistas en temas muy técnicos, y que nos cuesta también asignar recursos para la parte de comunicación, explica que hay barreras de comunicación fuertes. Estamos ahora tratando de superar un poco esto, pero no es fácil comunicar el cambio climático, comunicar la urgencia, la necesidad de actuar”, reflexionó.
Respecto al Acuerdo de París, Espinosa expresó que marcó el inicio de una nueva etapa hacia una transición, un camino de trasformación de las diferentes sociedades. El Acuerdo de París fue negociado en el 2015 durante la XXI Conferencia sobre Cambio Climático (COP 21) por los 195 países miembros. El Acuerdo establece un plan de acción mundial para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el aumento de la temperatura media mundial, que pone el límite del calentamiento global por debajo de 2ºC.
“La fecha 2020 fue una meta ambiciosa. En realidad se pensó que en el 2020 iba a ser la fecha en la que el Acuerdo de París entraría en vigor, pero la sorpresa que tuvimos fue que el Acuerdo entró en vigor once meses después de haber sido aprobado. Y eso nos ha acotado los tiempos. A partir de la entrada en vigor, las partes deciden que para el 2018 ya el manual de implementación, las reglas, las directrices para la implementación, tendrían que estar aprobadas, y esto es este diciembre en la conferencia de Polonia. Además, la fecha 2020 está también en el acuerdo. Es la fecha en la que los científicos nos dicen que las emisiones tienen que empezar a decaer”, señaló.
La experta hizo referencia al caso de los Estados Unidos y aclaró que si bien el país anunció su intención de retirarse, aún no se ha retirado porque el Acuerdo de París establece un período de tres años de espera para que se pueda iniciar el proceso formal de retiro. Por lo tanto, si se concreta, no puede ser antes del 2020.
“Esto significa que Estados Unidos sigue siendo parte integral del Acuerdo de París y de la Convención. Lo que yo he tratado de insistir y reiterar cada vez que puedo, es que el secretariado está dispuesto a abordar junto con el gobierno de Estados Unido todas sus preocupaciones, y ojalá podamos encontrar un entendimiento que les permita reconsiderar esta decisión”, subrayó.
En lo que tiene que ver con la adopción de medidas a nivel mundial para el cumplimiento de los objetivos, Espinosa dijo que es una negociación muy compleja, ya que son muchos componentes que tienen que estar en equilibrio.
“Yo lo dividiría en dos partes. Primero está la negociación, que es compleja porque es un régimen que tiene que cubrir distintos aspectos. Por un lado todos los esfuerzos de mitigación, de reducción de emisiones por parte de los países. Por otro lado cubrir esfuerzos en materia de adaptación. Y el tercer componente tiene que ver con los medios de implementación, la creación de capacidades, la trasferencia de tecnología y el financiamiento. Son muchos componentes en un régimen que de conjunto, tiene que estar en equilibrio”, repasó.
“La segunda parte es la realidad. Por ejemplo en América Latina hay muy buenas noticias, aunque también tenemos fuentes de preocupación. Pero si vemos lo que está pasando en esta semana climática aquí en el Uruguay, la participación numerosa que estamos viendo, la presentación de soluciones que se han estado experimentando en la región, creo que tenemos motivos para ser optimistas. Vemos avances a nivel legislativo de países que están implementando legislación y políticas públicas en esta materia. Vemos una transición hacia energías renovables y una tendencia a reducir la dependencia de combustibles fósiles en muchos países, incluyendo el Uruguay, que ya demostró que puede ser plenamente alimentado con energías renovables. Y vemos una tendencia a que eso continúes. Hay muchas áreas de oportunidad en las que se pueden seguir haciendo esfuerzos que nos llevarían a avances significativos en un corto plazo. Pero todavía estamos lejos de donde tenemos que estar”, detalló.
“No hay alternativa al desarrollo sostenible”
Espinosa expresó que en su opinión, un desarrollo que no tome en cuenta los elementos de sustentabilidad y el uso eficiente de los recursos es un desarrollo que no va a funcionar y que va a tener costos humanos, sociales y económicos en muy corto plazo.
“Ya hoy, si estamos viendo cuáles son las consecuencias del uso indiscriminado de los recursos, sabemos que no hay alternativa al desarrollo sostenible. Pongamos el tema del agua. Ya sabemos que el agua va a ser cada vez un recurso más escaso. Entonces, hacer una política de desarrollo que no tome en cuenta esto es realmente suicida. Ya no hay alternativa en mi opinión al desarrollo sostenible. Y atender la agenda del cambio climático está en el centro del desarrollo sostenible, porque afecta la consecución de todas las metas. Tenemos que desarrollar una visión para que el tema del cambio climático se vea como central para el proceso de desarrollo y no sectorial del medio ambiente”, dijo.
La experta destacó que tanto en Uruguay como en otras partes de la región se ha demostrado que se puede atender la agenda climática y al mismo tiempo generar beneficios económicos. También se refirió al Fondo de Adaptación y agregó que si bien ha sido exitoso y eficiente, aún es insuficiente.
Estamos en un momento crítico en el que necesitamos aumentar la dimensión de los esfuerzos y replicarlos de manera acelerada. Y para eso el Fondo de Adaptación necesita muchos más recursos para poder promover esa transformación”, enfatizó.
“Las mujeres son indispensables para alcanzar los objetivos”
La secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático fue enfática respecto a la importancia de la participación de la mujer en la toma de decisiones y en la definición de los programas de políticas públicas, ya que si no se toman en cuenta, el fracaso está asegurado, dijo.
“Partiendo del punto básico de que las mujeres son más de la mitad de la población del mundo, no tomar en cuenta a la mitad de la población nos condena automáticamente a que no vamos a poder lograrlo. Hay que tener decisiones muy claras específicas para asegurar la participación de las mujeres. Es muy fácil decir, cuando hablamos de algún puesto, ‘es que no hay buenas candidatas’. Pero ahí la primera pregunta que nos tenemos que hacer es: ‘¿Eso significa que todos los hombres han sido buenos candidatos?’. Sabemos que no es así”, reflexionó.
Espinosa señaló que existen muchos mecanismos que se pueden establecer para asegurarnos la participación de mujeres en la toma de decisiones. Agregó que las mujeres son especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático por la naturaleza misma de la labor que realizan en la sociedad. También señaló que a su vez, las mujeres son quienes han buscado siempre soluciones.
“Si nos imaginamos las mujeres que viven en lugares apartados en el África, ellas saben dónde ir a buscar agua y cómo van a alimentar a sus hijos. También son las primeras en darse cuenta cuando tienen que emigrar, porque ya no hay medios de subsistencia. Tomar en cuenta a esas mujeres, no solamente como destinatarias de políticas y de programas de apoyo, sino también como generadoras de ideas sobre cómo abordar la problemática específica de cada comunidad, es indispensable”, afirmó.
Tras ser consultada sobre cómo se ve a Uruguay en este proceso hacia la Agenda 2030 y el Acuerdo de París, Patricia Espinosa destacó el papel de nuestro país en materia de energías renovables, y subrayó que está dando ejemplos muy valiosos para otros países.
“Tenemos un programa de trabajo dentro de nuestro proceso en materia de agricultura en el cual Uruguay ha desempeñado un papel muy importante. Reconocer que ese sector tiene que evolucionar, tiene que buscar soluciones, es fundamental. Esto es algo que no ocurre en todos lados. Y el hecho de que hayan aceptado ser sede de esta reunión, es una demostración clara de la voluntad política que vemos en el Uruguay”, expresó.
Texto: Alexandra Perrone
Entrevista: Gustavo Villa
