Los ribosomas: piezas claves para entender el origen de la vida

Ada Yonath habló con SobreCiencia en Lindau, la ciudad que reúne a premios Nobel de Química, Física y Medicina.

Lindau es una ciudad alemana con más de mil años de historia, que cada año se transforma en la capital de los premios Nobel. Es, literalmente, una ciudad donde la ciencia está en cada esquina, y donde cada fin de junio se realiza la reunión anual de premios Nobel en las áreas de Química, Física y Medicina.

El congreso también recibe a centenares de científicos jóvenes de todo el mundo que llegan hasta allí luego de ser seleccionados en sus países. La idea de hacer este encuentro surgió en 1951, cuando dos médicos locales buscaban una manera de contrarrestar la fuga de cerebros de la Alemania de posguerra, impulsar la recuperación intelectual del país y promover la integración alemana a la comunidad internacional.

Hoy las reuniones en Lindau tienen todo eso: un escenario de postal, el clima veraniego de Bavaria que invita a disfrutar y grandes mentes dispuestas a hacer honor al slogan del evento: educar, conectar e inspirar a los científicos del mañana.

En 2009, el Premio Nobel de Química fue para tres investigadores por determinar la estructura y función de los ribosomas, usando una tecnología llamada cristalografía de rayos X: Venkatraman Ramakrishnan, Thomas Steitz, Ada Yonath.
Junto al ADN y el ARN, los ribosomas son otra de las piezas esenciales para la vida porque son considerados la fábrica de proteínas, que son las que verdaderamente ejecutan las funciones en el organismo.

Daniela Hirschfeld estuvo en Lindau y conversó con Ada Yonath sobre el camino de investigación que mereció el Nobel, y lo qué ha pasado desde entonces.