Los pigmentos de origen vegetal tienen la capacidad de captar la luz del sol y transformarla en energía. Entrevista a María Fernanda Cerdá. María Fernanda Cerdá es doctora en Química del Laboratorio de Biomateriales, Facultad de Ciencias (UdelaR), y trabaja en la producción de electricidad usando pigmentos de flor de ceibo.
La científica contó a SobreCiencia que los pigmentos que se extraen de la flor de ceibo o del fruto de la pitanga, son los más adecuados para aplicarse en paneles solares.
Agregó que los paneles solares cubiertos con pigmento de flor de ceibo, cumplieron dos años de uso en la Base Artigas (Antártida) sin perder su efectividad.
Contó además que aquellos pigmentos vegetales de color rojo son más eficientes que la clorofila (verde) para generar electricidad, y que aquellos que se extraen de algas y bacterias antárticas, son aptos para generar energía eléctrica, pero se degradan muy rápido.