Entrevista a los investigadores Graciela Piñeiro y Pablo Núñez Demarco, integrantes del Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias de la Udelar. El Museo de las Bochas, resguarda una colección única de fósiles que datan de hace millones de años, transportándonos a una época en la que el mundo era muy diferente al que conocemos hoy en día.
El museo surgió con el propósito de proteger un valioso patrimonio que había sido dispersado y estudiado por paleontólogos extranjeros. En él se preservan fósiles exclusivos, algunos de los cuales se encuentran en muy pocas partes del mundo.
Las piezas que se exhiben en este Museo corresponden a la era paleozoica, períodos devónico y carbonífero temprano. Tienen entre 350 y 400 millones de años de antigüedad y fueron colectadas en las márgenes del Río Negro, entre Tacuarembó y Durazno.
En SobreCiencia hablamos con los investigadores Graciela Piñeiro y Pablo Núñez Demarco, integrantes del Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias de la Udelar.
La colección del Museo de las Bochas puede exhibirse gracias al aporte económico de la Universidad de la República y el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas.
El valor de esta colección trasciende lo científico y adquiere importancia histórica y cultural. Juan Manuel Méndez, responsable del museo, relata que en cierta ocasión recibieron una oferta para comprar la colección y llevarla al extranjero. Sin embargo, esta oportunidad no se concretó, y hoy en día se celebra que estos fósiles y su conocimiento permanezcan en su lugar de origen.