En Uruguay las emisiones de gas metano por kilo de carne disminuyeron un 24%

Se puede producir 50% más de carne y a la vez disminuir impactos ambientales, dijo Oyhantcabal.                                                                                                                                                                                                                                                                              En nuestro país se viene trabajando en políticas que apuntan a identificar y evaluar opciones para la mitigación del cambio climático y para la adaptación a sus efectos en el sector agropecuario.

El director de la Unidad de Agricultura y Cambio Climático del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, Walter Oyhantcabal, dijo a SobreCiencia que este ministerio fue el primer organismo de agricultura y ganadería de América Latina en crear una unidad sectorial especializada en las relaciones entre la producción agropecuaria y el clima.

La producción agropecuaria es climadependiente, los fenómenos climáticos tienen mucho impacto para el sector y para todas las actividades que están relacionadas, porque muchas veces hay efectos encadenados relacionados con el clima. A partir de 2010, esta administración de Tabaré Aguerre plantea que como somos un país de base agropecuaria, la adaptación al aumento de la variabilidad y a cambios en los parámetros climáticos, es vital”, expresó.

El especialista dijo que nuestro país tiene de por sí una variabilidad climática muy importante y que su temperatura media subió más de un grado en los últimos años. Oyhantcabal enumeró algunas de las consecuencias que esto genera en la ganadería y la agricultura.

Lo que pasó en particular es que subió la temperatura mínima y la máxima no cambió, o sea que se acortó la distancia entre las dos. Esto tiene muchas consecuencias ya que el período de heladas es más corto. Está pasando en este invierno, que viene siendo bastante raro y benévolo, que en parte es bueno y en parte es malo. Por ejemplo, las bicheras en el ganado —que son problemas sanitarios que con el invierno se cortan— este año no se cortaron y hay otra cantidad de plagas de la agricultura que en un invierno frío se mueren, y este año no pasó. Entonces les preguntamos a los productores: ¿estamos bien adaptados a la variabilidad climática actual? Y la respuesta es que no. El primer paso es cerrar esa brecha, esa distancia entre nuestro nivel de adaptación y la variabilidad climática actual”, explicó.

Oyhantcabal agregó que se viene trabajando en un “Plan Sectorial de Adaptación” y que se está en permanente dialogo con diferentes sectores para visualizar los principales desafíos que tiene la agricultura y la ganadería en un escenario de cambio climático.

Dentro de los problemas planteados por los productores se encuentra el tema de la sequía, la necesidad de mejorar la información de alertas tempranas para tomar medidas que reduzcan los impactos y los problemas sanitarios vinculados a los parásitos.

Tenemos que avanzar hacia una ganadería sobre otras bases, siendo que es la actividad que ocupa el 70% del territorio del país. Prácticamente 14 millones de hectáreas de los 17 que tiene Uruguay, están dedicadas al pastoreo. Y evidentemente todo lo que pase ahí forma parte de los grandes números del país. Los productores tienen que mejorar su infraestructura de almacenaje de agua para las situaciones de déficit, hay varios programas del ministerio que apoyan a los productores a mejorar su infraestructura de agua, como la construcción de pozos y tajamares. Y a futuro hay que poner el acento en más forestación para sombra y abrigo, porque los animales a la sombra sufren mucho menos el estrés térmico y comen más. El desafío es generalizar a nivel de los productores la adopción de medidas eficientes”, dijo.

El compromiso de Uruguay en el Acuerdo de París

El Acuerdo de París surgió dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que establece medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto Invernadero a través de la mitigación, adaptación y resiliencia de los ecosistemas a efectos del calentamiento global. El acuerdo nació durante la XXI Conferencia sobre Cambio Climático (COP 21) y fue suscripto por los 195 países miembros, el 12 de diciembre de 2015.

Oyhantcabal dijo a SobreCiencia que debemos apuntar a la mitigación de emisiones de gases en el sector porque es ir a las causas del cambio climático. El experto expresó que la ganadería y la agricultura en su conjunto representan cerca del 28% de las emisiones mundiales y agregó que Uruguay contribuye con el 0,07 % de las emisiones del planeta.

“Existe una presión sobre el sector de alimentos por producir en forma más limpia. Podemos decir que desde el año 1990 hasta el 2012, generamos un 24% menos de emisiones de metano por kilo de carne producida y esperamos llegar al 2030 con un indicador que esté en un 40% menos. Esa es nuestra estrategia y ese es uno de los compromisos internacionales que estamos tomando en nuestra contribución nacional para el Acuerdo de París, que a su vez no representa un costo para el productor sino un co-beneficio. Estamos promoviendo sistemas que mejoran los ingresos de los productores, para que pasemos de producir en promedio 80 kilos de carne por hectárea a 140, y como co-beneficio, utilizando sistemas que están mejor adaptados a la variabilidad y que tienen menos emisiones por kilo de carne”, explica.

El director de la Unidad de Agricultura y Cambio Climático del MGAP anunció que se está trabajando en un proyecto para el Fondo Verde para el Clima, creado en el marco del Acuerdo de París, con el objetivo de generar recursos para fortalecer los mecanismos de transparencia de tecnología y capacitación.

El país tiene que ser muy firme en oponerse a las barreras injustificables al comercio, pero tiene que ser realista en el sentido de que barreras y obstáculos van a existir a la hora de competir internacionalmente, y hay que ser proactivo para prepararse para eso”, puntualizó.

Nuestra carne es más sana y cada vez más limpia. Se produce en campo natural, protege y conserva la biodiversidad, no afecta la calidad del agua, por lo que conformamos una producción cada vez más verde. Uruguay tiene una oportunidad enorme en este sentido, porque puede producir 50% más de carne que hoy y lo puede hacer con resultados socioeconómicos positivos para los productores y a la vez disminuyendo los impactos ambientales”, concluyó.

Texto: Alexandra Perrone

Foto: Web Radio Uruguay

Entrevista: Gustavo Villa