Impedir que haya agua estancada en pequeños recipientes es una de las principales medidas. Álvaro Fajardo, integrante del laboratorio de virología molecular del Centro de Investigaciones Nucleares de la Universidad de la República, dijo que en Uruguay la aparición de dengue se restringe al período de verano, pero agregó que si hay brotes epidémicos en la región, pueden empezar a aparecer casos.
Apuntó que el Aedes aegypti —transmisor de la enfermedad— se ha ido adaptando a climas más templados y dijo que por las condiciones de reproducción —en agua limpia y estancada— está muy vinculado a los entornos humanos. Recordó la importancia de no dejar recipientes que puedan contener agua en esas condiciones como por ejemplo envases, tapitas, cualquier recipiente plástico; principalmente objetos pequeños del entorno.
La mayoría de los afectados son asintomáticos y a veces hay estados febriles u otros síntomas leves que se superan rápidamente. Agregó que hay un tipo de dengue hemorrágico que puede ser peligroso y puntualizó que en general los cuadros graves se dan generalmente dónde el mosquito está en circulación permanentemente.
“Antes del brote de dengue que tuvimos en el 2016, luego de 100 años de no tener casos autóctonos, pensábamos que las condiciones ecológicas regionales, particularmente en Uruguay, no eran óptimas para la circulación de estos agentes, y lo que observamos fue que analizando la secuencia genética de las diferentes cepas que generaron el brote o la epidemia, habían seis perfiles genéticos diferentes. Esto quiere decir que las cepas que estaban circulando en distintas partes, principalmente en la triple frontera, nos indicó que no hubo un único brote, no hubo una única entrada de dispersión de este virus, sino múltiples ingresos independientes, y se generaron casos autóctonos, y otros, casos importados“, expresó.
Fajardo dijo que somos un país con una vulnerabilidad mucho mayor de la que se pensaba, y remarcó que hay que tener mucho cuidado, sobre todo cuando se presentan contextos epidemiológicos complejos en la región.
“En febrero, marzo y hasta en abril, es cuando hay que estar en un estado de alerta mayor por lo que podría significar una emergencia de estos agentes virales“, remarcó.
Texto: Radio Uruguay/SobreCiencia
Entrevista: Gustavo Villa