En Uruguay se dispone de farmacología para toda la gradualidad del dolor, destacó Alejandra Sosa. La integrante de la sociedad uruguaya de Medicina y Cuidados Paliativos —especialidad que se centra en los enfermos terminales— Alejandra Sosa, dijo en SobreCiencia que en el 85% de los casos, especialmente en los oncológicas, el dolor está presente. En el 95% de esas situaciones es controlable a través de fármacos, agregó y destacó que en Uruguay se dispone de farmacología para toda los grados de dolor.
La escala analgésica tiene tres peldaños, explicó: en el primero están los antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, paracetamol), en el segundo los opioides débiles (codeína, tramadol) y en el tercero los opioides fuertes (morfina, oxicodona, metadona o fentanilo). “Si bien los fármacos son un pilar importante en el tratamiento del dolor, eso no puede ir separado del soporte emocional, espiritual, comunicacional y de la atención no solamente al paciente sino también a la familia”, subrayó.
Sosa explicó que se distingue entre dolor y el sufrimiento. En el segundo caso no solo se padece un dolor físico, sino que se agrava la situación por factores sociales, psicológicos, emocional o espirituales. “Hay factores que van a aumentar el dolor como, por ejemplo, el insomnio, la incomodidad, el cansancio, la tristeza, la depresión o la soledad”, agregó.
Texto: Web Radio Uruguay
Foto: Universidad Católica del Uruguay
Entrevista: Gustavo Villa