Entrevista con Fernando Traversa, titular del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae). A poco del inicio de la COP25 a realizarse en Madrid, el titular del Sinae, Fernando Traversa, dijo que la adaptación al cambio climático es un proceso que se fundamenta esencialmente en el campo prospectivo: “nos imaginamos qué puede suceder y nos preparamos”.
Entre otras cosas, eso tiene que ver con repensar la manera en que se desarrollan las ciudades, explicó. “Debemos comenzar a proyectar en ellas la reducción de los riesgos posibles. Tener buenos desagües en ciudades con riesgo de inundación o creación de espacios verdes para reducir la temperatura de las urbes son ejemplos adecuados de estas políticas”, dijo.
Es necesario, expresó, pensar las situaciones de riesgo como factores que afectan la vida social y productiva. “Hoy por hoy, Uruguay, como Estado, brinda apoyo al sector agropecuario para la contratación de seguros ante catástrofes medioambientales. Sin embargo, también es necesario realizar esa transferencia de riesgo para las áreas donde se pueda ver afectada la vida social y la productividad familiar”.
Si bien Uruguay muestra indiscutidos avances en diversas áreas —como por ejemplo la reducción en la emisión de gases en producción eléctrica y el combate a los focos autóctonos de dengue en 2016—, para Traversa lo central es un cambio a nivel cultural. “Construir una cultura que ya no diga que somos parte de un país suavemente ondulado, en el que no pasa nada”, explicó.
De esta forma, se pasa de pensar en la emergencia como un hecho grave al que hay que dar respuesta, a analizarla desde una correlación entre amenazas posibles, la exposición a estas amenazas y la vulnerabilidad como sociedad.
“Cada vez se vienen más al sur temperaturas más calientes y entonces hay enfermedades que estaban asociadas a determinadas temperaturas que antes no se registraban en Uruguay por sus condiciones climáticas”, recordó.
Texto: Juan Vique
Entrevista: Gustavo Villa