Son concentraciones muy bajas que no afectan la salud humana. Una investigación realizada a tres especies de peces de consumo humano que habitan el río Uruguay (sábalo, boga y dorado) dio como resultado el hallazgo de 16 compuestos asociados a medicamentos que se usan para tratar problemas cardíacos, de presión alta y psiquiátricos, además de analgésicos antinflamatorios y diuréticos, entre otros.
Son concentraciones muy bajas que no afectan la salud humana, dijo Rosanna Foti, investigadora del Departamento de Acuicultura y Aguas Continentales de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) y asesora de la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru).
La científica contó que el objetivo era saber si estaban presentes estos compuestos en las citadas especies, si existían patrones de acumulación frente a los distintos hábitos alimentarios, si se detectaban cambios en relación a las variaciones geográficas del río, y principalmente, si la presencia de estos compuestos generaban un riesgo para la salud humana.
Foti subrayó que los restos de fármacos encontrados en estos peces son “concentraciones muy bajas, “microgramos”, por lo que no existe riesgo para la salud humana ni tampoco implica una amenaza para la biodiversiad.
La investigación, que fue publicada recientemente en la revista Enviromental Pollution, se realizó en forma conjunta con científicos uruguayos y argentinos, tomando muestras a lo largo del río Uruguay.
“Este trabajo surge de información tomada en el 2016, durante dos épocas diferentes, en la primavera y en el otoño. Se comienza a analizar los contaminantes emergentes, aquellos contaminantes productos de las actividades humanas, que por lo general incluyen residuos de medicamentos, productos de uso personal, de limpieza y cosméticos. Entonces surge esta investigación que se comienza a programar a lo largo de todo el tramo compartido, que es el sector de río que abarca desde Monte Caseros – Bella Unión al kilómetro cero Punta Gorda, y a lo largo de esos 500 kilómetros de río, en distintos lugares seleccionados, donde se tomaron las muestras”, detalló.
La experta señaló que este problema es generado también por la falta de plantas de tratamientos capaces de captar estos compuestos y agregó que estos resultados son un punto de partida para desarrollar investigaciones y conocer un poco más sobre el río, donde terminan los residuos de las ciudades.
“La mayor cantidad de muestras con presencia de estos contaminantes estaba en la zona sur, en la zona más próxima al Río de la Plata. Estas especies son altamente migratorias, no permanecen en el río Uruguay, sino que se desplazan por el Rio de la Plata y, probablemente, podrían estar muy afectadas por las descargas cloacales de Buenos Aries”, puntualizó.
Foti destacó el trabajo que se viene realizando desde el año 1983 en la CARU, en conjunto con organismos tanto de Uruguay como de Argentina, abordando diversas temáticas referentes a la fauna íctica y a los recursos pesqueros del río Uruguay.
Texto: Alexandra Perrone
Entrevista: Gustavo Villa