Entrevista con la científica española Julia Herrero Albillos, una de las impulsoras de la Iniciativa 11 de Febrero en España. Con el objetivo de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia de las mujeres y las niñas, fue que en diciembre del año 2015 la Asamblea General de Naciones Unidas decidió proclamar el 11 de febrero de cada año como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
A los pocos meses, un grupo de investigadoras creó en España la Iniciativa 11 de Febrero, un llamamiento a científicos, instituciones y centros educativos a realizar actividades que contribuyan a eliminar los estereotipos de género dentro del ámbito de la ciencia y la tecnología, que fomenten la carrera científica en las nuevas generaciones y que permitan visibilizar el trabajo de las investigadoras y tecnólogas de España.
SobreCiencia conversó con la doctora Julia Herrero Albillos, una de las impulsoras de esta iniciativa, doctora en ciencias físicas, profesora en el Centro Universitario de la Defensa e investigadora del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón, Universidad de Zaragoza.
Herrero trabaja con materiales magnéticos en la nanoescala y también ha investigado sobre el pasado de parte del Sistema Solar a través de meteoritos magnéticos, investigación publicada en la revista Nature.
Julia contó a SobreCiencia que el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia fue propuesto ante Naciones Unidas por la iniciativa de Nisreen El-Hashemite, científica y activista iraquí integrante de la familia real, graduada en ciencias biomédicas y doctora en genética humana.
Herrero contó, además, cómo surgió la Iniciativa 11 de Febrero en su país y cómo fue creciendo año a año. En esta cuarta edición están previstas más de 1700 actividades que llegarán a unas noventa mil personas en toda España.
“Hemos pretendido consolidar la iniciativa para que siga participando la gente y todos los febreros se siga celebrando hasta que las mujeres tengamos las mismas oportunidades que los hombres en la ciencia”, expresó.
Entre las múltiples actividades que se realizan en España, Julia destacó muy especialmente una que nació en Zaragoza, que consiste en convertir las vidrieras de los comercios en historias de científicas.
“Esta actividad me sorprendió mucho, porque no pensé que este sector de la sociedad estuviese sorprendido por la ciencia. Es alucinante ver cómo los tenderos, cuando se les asigna una científica, investigan sobre ella y decoran sus escaparates con mucha originalidad, y cómo se vuelven divulgadores cuando la gente entra en las tiendas y les preguntan qué es ese escaparate; lo cuentan con mucha pasión. Es tremendamente gratificante ver que alguien que vende telas o perfumes se interesa por una científica y lo aprende todo, no solamente de su vida, sino de los resultados científicos que obtuvo”, detalló.
La vocación científica de Herrero comenzó desde muy pequeña. Hija de padres científicos, contó que creció con una gran curiosidad, fomentada por sus padres, de saber cómo era el mundo, y que siendo adolescente, una profesora de física le mostró que podía estudiar la materia de manera más formal.
Expresó que si bien durante la carrera pensó que comunicar la ciencia no era para ella, se convirtió en divulgadora tras la publicación en la revista Nature de una investigación que llevó a cabo junto a colegas de Inglaterra y Alemania sobre meteoritos y el pasado del sistema solar.
“Empecé a pensar que esto se lo podía contar a la gente de una manera en que lo pudiera entender el público en general, y decidí intentarlo con otras investigaciones”, señaló.
Al ser consultada sobre la brecha de género en la carrera científica, Herrero dijo que si bien muchas veces es difícil sentir una discriminación puntual, hay que mirar y analizar los datos para comenzar a distinguir dónde están las diferencias entre hombres y mujeres.
“Si empiezo a analizar, a lo mejor veo que me están invitando a menos conferencias, o me están incentivando menos para que progrese. Yo considero que tuve mucha suerte; hice la tesis en un grupo que me ha dado todas las oportunidades y me ha tratado fenomenal. No tengo ninguna queja y no creo que esa gente cercana me discriminase. Pero es verdad que muchas veces hay comités que organizan congresos y no se les ocurre el nombre de ninguna mujer; en esos sitios estamos faltando. Es difícil verlo y saber si no te están llamando o pidiendo tu participación porque conocen a otra gente o porque eres mujer”, comentó.
Herrero agregó que es fundamental seguir trabajando para no retroceder en la exigencia de derechos para las mujeres.
“Yo creo que las nuevas generaciones piensan que van a ser las primeras en tener la igualdad real, y espero que sea cierto, pero también creo que solo va a ser cierto si trabajan, si siguen trabajándolo, porque si se relajan y piensan que está todo hecho, volveremos para atrás y no será tan igualitaria la sociedad como se piensan los jóvenes que lo es ya. Además, cada vez que un movimiento tiene mucha fuerza, resurge también el movimiento contrario, y eso no puede ocurrir”, reflexionó.
Alexandra Perrone
Fotos: Sandra Corberira
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