Una iniciativa que promueve la cooperación científica y tecnológica de América Latina y el Caribe. Entre el 22 y el 24 de octubre se llevará a cabo en Panamá la Segunda Edición del Foro CILAC (Foro de Ciencias de América Latina y el Caribe). La primera edición de este encuentro se realizó en Montevideo en el año 2016.
Lidia Brito, directora de la Oficina Regional de Ciencias de la Unesco para América Latina y el Caribe, dijo en SobreCiencia que la primera edición del Foro fue un suceso exitoso, en parte por el apoyo del gobierno, de las instituciones científicas uruguayas y de los ciudadanos de Montevideo. De cara a este próximo encuentro en Panamá, Brito destacó muy especialmente que el objetivo de CILAC no es solamente quedarse en la realización del evento. La experta detalló algunos proyectos en los que trabajaron en estos dos años.
“El Foro crea ideas, caminos que puedan promover la cooperación científica y tecnológica para el desarrollo sostenible de nuestra región. O sea que post Cilac, hubo algunas iniciativas muy importantes. Una de ellas, la importancia de reconocer la riqueza cultural biológica de América Latina y el Caribe, por eso la necesidad de trabajar más esos temas en cooperación científica regional. Un hecho concreto fue la creación de la Red Regional de Centros que trabajan el diálogo intercultural, una red que actualmente tiene once centros de la región, que tiene el apoyo de los gobiernos, usando la herramienta desde algo intercultural para construir visiones comunes, compartidas y cercanas a la agenda 2030, una agenda de derechos y de inclusión”, dijo.
“El otro logro que me parece interesante y que en este 2018 lo reafirmamos, es crear mecanismos de cooperación científica tecnológica regional. Algo que todavía no está muy claro, entonces cómo trabajar con la agencias de fomento de ciencia y tecnología para que se pueda efectivamente con el apoyo de otros organismos como el BID, traer posibilidades a esta región de manera muy concreta, y comenzar a tener mecanismos institucionalizados de cooperación científica regional”, explicó.
El Foro CILAC tiene como lema “La ciencia conecta” y abarca varias líneas de trabajo en la región. La experta hizo referencia a los proyectos vinculados a la participación de las mujeres en la ciencia y el trabajo realizado en estos dos años respecto a la identificación de jóvenes que por su capacidad de involucramiento, tienen mucho para aportar.
Brito destacó como puntos fundamentales para el fortalecimiento de las capacidades científicas y tecnológicas de los países de América Latina y el Caribe; a la educación en ciencias y al desarrollo de ciencia ciudadana, enfocando en el vínculo entre la sociedad y la comunidad científica.
“Es un tema central de CILAC, estamos hablando con autoridades gubernamentales en que la gestión en la educación en ciencias es algo que tiene que estar presente en sus políticas públicas, porque necesitamos de esta cultura de ciencia en la ciudadanía si queremos efectivamente que la ciencia pueda ser un disparador de desarrollo”, dijo.
“Otro objetivo de la Unesco es desarrollar oportunidades de ciencia ciudadana, de trabajo con el ciudadano en la concreción del propio conocimiento. La participación en la creación del conocimiento de alguna manera nos empodera; no sólo para usar mejor ese conocimiento, sino también para garantizar que otros, nuestra comunidad, nuestra familia, puedan hacer uso de ello. En caso de CILAC, hay una conexión arte y ciencia, es un espacio muy lindo de interacción, mucho más rica. Y en ese sentido empezamos acá, porque la Escuela de Bellas Artes de la UdelaR tuvo una intervención fundamental en 2016, y ahora la estamos reproduciendo en CILAC 2018, con varios museos de Panamá”, agregó.
Por su parte, Guillermo Anlló, especialista regional del Programa Políticas de Ciencias, Tecnología e Innovación hizo hincapié en la importancia del involucramiento entre la comunidad científica y la sociedad. Recordó que se están cumpliendo 70 años de la Declaración de los Derechos Humanos, y que uno de los derechos humanos planteados, no siempre tan presente, es el acceso a la ciencia. Sin embargo, reflexionando sobre lo que significa el acceso a la ciencia a la que hace referencia la Declaración de Derechos Humanos, dijo que el mundo ha cambiado y que considera que hoy en día el compromiso debe ser mayor.
“En aquel entonces el derecho al acceso a la ciencia era poder formar parte de los beneficios de la ciencia, no necesitaba que uno se involucre directamente a la ciencia, sino a que lo que la ciencia produzca, te llegue. Hoy creo que esa interpelación es más fuerte. El ciudadano no sólo tiene que esperar que le llegue el beneficio de la ciencia, tiene que estar preparado para poder aprovecharlo. Eso implica un desplazamiento muy fuerte de acercar a la ciudadanía lo que sucede en la ciencia, y a la ciencia, los problemas de la gente. Ese diálogo de interacción entre lo que el investigador investiga y lo que el ciudadano necesita debe estar cada vez más cruzado, porque a su vez, las soluciones del ciudadano están más implicadas de cuestiones científicas. Ese diálogo de interacción entre lo que el investigador investiga y lo que el ciudadano necesita, debe estar cada vez más cruzado”, remarcó.
Anlló puso como ejemplo el caso de los medios de comunicación y las ‘fake news’, señalando que cada individuo debe estar bien preparado para poder distinguirlas. La capacidad de crítica, de cuestionamiento de lo que se dice, es muy cercana al pensamiento científico.
“Un científico nunca se queda con una sola fuente, con un sólo experimento o realidad, sino que busca diferentes alternativas. Si un ciudadano aprende a hacer eso va a ser menos vulnerable y menos maleable”, expresó.
Otro aspecto al que hizo referencia el experto, es la política científica y el presupuesto volcado a la ciencia en la región. Dijo que Unesco cumplió un rol muy fuerte en la consolidación de la política científica y que después de la segunda guerra mundial, junto con la OEA y parte del BID, fueron organismos muy incipientes que trasladaron en la región la necesidad de consolidar e institucionalizar la ciencia.
“En ese momento no existían secretarías de ciencia, ni agencias, ni consejos de ciencia, y eso fue una impronta que con mucho esfuerzo en la región se fue imponiendo y comenzaron a surgir, y hoy hay casi en todos lados, existen, es una ganancia”, dijo.
“Y luego empezó la pelea por el presupuesto. Ya en ese momento había documentos desde el principio de los setenta en el que se decía que los países tenían que llegar al 1%, ya en ese momento se hablaba de ese 1% tan soñado, y más de 50 años después, sólo Brasil llegó a ese 1%. Por eso es el peso de Brasil en la región, cuando uno habla del gasto en investigación y desarrollo en la región, estamos hablando de Brasil en cuanto a volumen, luego se suman México y Argentina”, detalló.
Remarcó que la ciencia necesita horizontes sostenibles y estables para poder desarrollarse y crecer, por lo que es muy importante, dijo, que el financiamiento que se otorga a la ciencia en los diferentes países, no se retire. Agregó que es fundamental que la sociedad entienda que los resultados de la ciencia son muy buenos, pero que maduran en ciclos que suelen superar periodos de gobierno e inestabilidades económicas, pero subrayó que la ciencia es una inversión.
“Nuestra sociedad, la de Latinoamérica y el Caribe, está tan llena de urgencias que la desesperación hace salir a cubrir los primeros baches, y muchas veces nos impide y nos quita la perspectiva del mediano y largo plazo. Y la ciencia está situada ahí. El desafío hoy, de seguir consolidando esa posición para visualizar eso. Hoy necesitamos tener ciertas certidumbres de que estamos atendiendo y atacando problemas de lo cotidiano. La ciencia no tiene que dejar de visualizar que esa obligación moral que tiene con la sociedad está presente y la sociedad tiene que hacer ese contrato con la ciencia de saber que tiene que esperar esos plazos, porque me va a garantizar que cuando llegue ese futuro haya problemas que ya tengan respuestas”, concluyó.
Ambos esperan que en esta nueva edición del Foro CILAC permita el desarrollo de un mayor número de iniciativas y propuestas, pero que a su vez, puedan crecer e implementarse.
Texto: Alexandra Perrone
Entrevista: Gustavo Villa