Conocer la predisposición horaria para el sueño y tenerla en cuenta puede mejorar el desempeño, según investigación. El investigador mexicano de temas de cronobiología Pablo Valdez dijo en SobreCiencia que las investigaciones enfocadas en adolescentes muestran que el rendimiento estudiantil disminuye cuando la preferencia respecto a las horas de actividad entra en conflicto con los horarios de las obligaciones.
Las personas se pueden dividir en tres grupos según las horas del día en que prefieren desarrollar su actividad, detalló: los madrugadores, los nocturnos y los intermedios. Conocer esa preferencia y tomarla en cuenta para el desarrollo de las actividades puede contribuir a un mejor despeño, agregó.
Ignacio Estevan, integrante del grupo de la Universidad de la República (Udelar) que desarrolla estudios de cronobiología, remarcó que para quienes tienen preferencias nocturnas disminuye la función de atención y la capacidad cognitiva en el desempeño matutino.
Uno de los peligros de tener una vida en la que la preferencia circadiana no coincide con la rutina de actividad es que ese genere el síndrome de sueño insuficiente, agregó Valdez. Hay estudios que encuentran que a largo plazo, en las personas que padecen esa condición aumenta la morbilidad y la mortalidad, dijo.
El conflicto entre preferencias y obligaciones afecta la cantidad y la calidad del sueño, apuntaron. Comentaron que otro de los factores negativos para la calidad del sueño es el uso de celulares en los momentos previos a dormirse.
Texto: Web Radio Uruguay.
Entrevista: Gustavo Villa.