Navegando en la Intel ISEF 2018

Jóvenes de Carmelo, departamento de Colonia, llevaron su proyecto de ingeniería naval a la Feria Intel ISEF en EE.UU.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                         Otro de los Clubes de Ciencia que se ganó su pasaje a formar parte de la mayor feria científica Intel ISEF, en Estados Unidos, es el Club “Kasko”, con su proyecto “Navegando en catamarán”, una iniciativa de Iván Otero y Santiago Pérez, orientados por el profesor Pablo Debenedetti, de la Escuela de Reparaciones y Construcciones Navales y Anexos (Ercna) de Carmelo, Colonia.

 

La investigación está basada en el estudio de la resistencia que presenta un casco de catamarán en diferentes condiciones del agua. Para este trabajo se utilizaron cuatro modelos de cascos de fibra de vidrio y se registró la aceleración en cada uno de ellos en una pileta experimental instalada en la propia Ercna. Las medidas de aceleración fueron realizadas con una aplicación de un Smartphone. El objetivo del proyecto es identificar qué tipo de casco tiene menor resistencia al navegar, y por lo tanto, un menor costo en su desplazamiento en el agua. Un mirada perfectamente aplicable a la hora de diseñar embarcaciones.

SobreCiencia conversó con Santiago Pérez, quien adelantó que el próximo paso sería la construcción en medidas reales de uno de estos prototipos de catamarán, y contó cómo hicieron las pruebas para esta investigación.

Nuestro proyecto fue estudiar el comportamiento del catamarán en diferentes condiciones del agua. Construimos cuatro tipos de cascos de catamarán de diferentes formas. Una vez construidos los catamaranes, los sometimos a prueba en una pileta experimental en la escuela; de 2 metros por 0.80 de ancho y 0.25 metros de altura y los sometimos a prueba con un riel, de extremo a extremo de la pileta. Se apoya el barco en el agua en un extremo y con un carrito móvil, un peso caía verticalmente —el peso estaba aplicado con un hilo al carrito, y el carrito al barco—. Y con una aplicación del celular que se llama Accelerometer meter se apoya en popa del barco el celular con un soporte y mientras que el barco avanzaba, el celular iba registrando los datos. Una vez que se registraban los datos, se pasaban a un programa de computadora, y ahí graficábamos la aceleración”, explicó.

Como los barcos están hechos a escala, reducimos los barcos cincuenta veces, porque las medidas reales son de 15 metros, Lo que nosotros quisiéramos en un futuro no muy lejano, es construir un catamarán de 15 metros y utilizar energía renovable. Acá en la feria, en el stand, tenemos los cuatro modelos, el póster, el cuaderno de campo y un informe. Estamos en el sector de ingeniera naval. El idioma no es una barrera, se puede lograr entender con un básico de inglés”, detalló.

 

Texto: Alexandra Perrone

Entrevista: Gustavo Villa