“Los científicos trabajamos siempre en pos de sustituir y reducir el número de animales de laboratorio”. La Dra. Tatiana Basika es integrante de la Asociación Uruguaya de Ciencia y Tecnología de Animales de Laboratorio (Aucytal) e investigadora del Institut Pasteur de Montevideo.
A propósito de la charla “Animales que salvan vidas”, la científica contó a SobreCiencia el papel fundamental que tienen estos “animales nobles” para el avance científico, la cura de enfermedades y el desarrollo de medicamentos.
Basika contó que el 95% de las especies con las que se trabaja en investigación, no solo en Uruguay, sino en todo el mundo, son ratones o ratas.
Explicó que estos animales comparten un 95% de los genes y tienen los mismos sistemas y órganos que los seres humanos, y por esto, resulta fundamental conocer cómo funcionan los procesos en ellos.
La científica agregó que en Uruguay hay un pequeño porcentaje de investigadores que trabajan con la mosca de la fruta, el pez cebra y el gusano c-elegans.
Dijo que los animales de laboratorio no solo permiten avanzar en la salud humana, sino también en la salud animal “podemos desarrollar técnicas de diagnóstico o pensar en tratamientos veterinarios en nuestros animales de compañía y en animales salvajes que están en peligro de extinción”, explicó.
Basika subrayó la importancia de dar a conocer al público en general que en nuestro país se trabaja bajo la ley Nº 18.611 (Ley Nacional de Experimentación Animal) que fue promulgada en el año 2009, y que permite a los científicos trabajar con protocolos rigurosos.
– “Esta ley crea la Comisión Nacional de Experimentación Animal (CNEA) integrada por delegados de todas las instituciones que trabajan con animales de laboratorio, e integrantes de protectoras de animales y de las ONG científicas, como Aucytal. Lo que hace es regular y acreditar a las instituciones que trabajan con animales y a las personas. Porque todas las personas que trabajan con ellos, científicos y técnicos, tienen que tener una habilitación, hacen cursos y se capacitan, entonces la CNEA regula que estén habilitados”- detalló.
La experta destacó el papel de los comités de ética de cada institución, que están integrados por científicos. Estos comités reciben el protocolo antes de que comience el experimento solicitado, y evalúan los procedimientos que se realizan.
Remarcó que siempre que se trabaja con animales de laboratorio, se aplica el denominado “Principio de las tres R”, propuesto por los científicos Rex Burch y William Russell. Las mismas implican el “Remplazo”, que significa que siempre que sea posible, el trabajo con animales sea reemplazado por otros métodos. “Reducción”, que se utilice el menor número de animales, y “Refinamiento”, la utilización de métodos que minimicen al máximo el dolor y el estrés del animal.
“Entonces, los comités de ética siempre van a exigir que vos manifiestes y que fundamentes bien por qué vas a hacer este trabajo, y si se puede reemplazar, entonces tiene que haber un reemplazo. Siempre que sea posible los científicos trabajamos en pos de sustituir y reducir el número de animales de laboratorio”- expresó.
Basika comentó que actualmente hay métodos alternativos a la experimentación animal que “parecen como de ciencia futurista”, y puso como ejemplo un chip que contiene células, y que conectado a una computadora, permite estudiar procesos que se podrían estudiar en un órgano.
También mencionó como ejemplo al laboratorio que la empresa L’Oréal tiene en Brasil, que produce piel artificial para probar sus propios cosméticos.
“La prueba de cosméticos, por ejemplo a nivel de Europa, está prohibida en animales, se hacen en métodos in sílico o métodos in vitro, que quiere decir en una placa, con células. Y en Brasil este año va a empezar a prohibirse. A nivel de la región estamos trabajando para implementar métodos alternativos, todo lo que se pueda sustituir va a ser sustituido. El Ministerio de Educación y Cultura también esta promoviendo que se pongan a punto estos métodos, estamos yendo a formarnos a Brasil, y estamos aplicando estos métodos para sustituir la investigación con animales”- concluyó.
Basika trabaja actualmente en estudios de seguridad de biofármacos, que se producen en Uruguay, y que deben probarse en animales antes de salir al mercado. Estos fármacos se utilizan como terapias de apoyo a tratamientos oncológicos.
Texto: Alexandra Perrone
Escuchar entrevista previa a la charla “Animales que salvan vidas”.