El cambio de la matriz energética y el manejo de sistemas de producción agropecuaria que apunten a fomentar el secuestro de carbono; son los principales ejes de la Política Nacional de Cambio Climático, que fue presentada oficialmente por autoridades de gobierno.
Este instrumento tiene el objetivo de mitigar los efectos del cambio climático a través de acciones coordinadas que aseguren la eficiencia del sistema de respuesta ante las emergencias climáticas.
El documento consta de veintisiete párrafos que se agrupan en siete capítulos, abarcando los objetivos generales y el enfoque, la dimensión social, la gobernanza, el conocimiento, la dimensión ambiental, productiva, el desarrollo y la implementación.
Respecto al secuestro de carbono, el Ministro de Ganadería Tabaré Aguerre dijo en la presentación oficial de la Política Nacional de Cambio Climático que Uruguay ha mantenido sus bosques nativos y ha invertido en 800 mil hectáreas de bosques artificiales, por lo que secuestra más anhídrido carbónico del que emite.
Por su parte, la ministra de Industria Carolina Cosse, remarcó la política del cambio en la matriz energética y la apuesta a la implementación de transporte público eléctrico, que contrarreste el aporte de carbono que generan las actividades agrícolas.
Las autoridades coincidieron en que hay que estar preparados porque la situación de variabilidad climática tiende a agravarse.
Previo al lanzamiento de la presentación oficial de este documento, SobreCiencia conversó con Ignacio Lorenzo, director de Cambio Climático del Ministerio de Vivienda y Medio Ambiente, quien destacó el intenso trabajo realizado en el que participaron más de 100 instituciones y casi 300 personas del sector público, académico, privado y de la sociedad civil.
Lorenzo dijo que esta Política Nacional de Cambio Climático integra una visión 2050, estrategias y líneas de acción concretas para orientar al país en temas de mitigación y adaptación en el corto, mediano y largo plazo.
“Lo principal es tener una visión que está ligada al desarrollo sostenible del país y a acciones que aportan a este desarrollo sostenible e integral en la que todos sectores están representados. Uruguay piensa su estratégica de cambio climático desde el enfoque de derechos humanos, el enfoque de la equidad intra e intergeneracional, con una visión social profunda. El tema cambio climático comenzó hace muchos años en el ámbito científico, luego pasó al ambiental, luego al ámbito económico y hoy vemos la emergencia de su dimensión social porque afecta a la población más vulnerable”, detalló.
En lo que tiene que ver con los aspectos de la mitigación, Lorenzo dijo que existe una fuerte apuesta al conocimiento y la innovación como forma de transformación estructural del país.
“Para Uruguay es fundamental ver hacia dónde va el mundo en los temas tecnológicos, de energía y de producción. Prepararnos para este mundo del futuro es abrir una oportunidad a nuestro desarrollo, colaborando con el compromiso ambiental global. Porque las acciones de adaptación y mitigación no son un obstáculo para la economía. Podemos ser amigables con el medio ambiente y a su vez tener ahorros significativos en los costos de generación; creando espacios de competitividad y mayor desarrollo tecnológico. Esa es la apuesta”, explicó.
Lorenzo agregó que una de las áreas prioritarias en materia de estrategias es la ganadería. El experto destacó además que la política de cambio climático apunta a la educación ambiental y a un cambio cultural en la ciudadanía.
“Es muy importante ese cambio cultural. Que la ciudadanía pueda relacionarse con este tema, ser parte de este conocimiento para adquirir las herramientas para su cuidado y entender los fenómenos climáticos para su propia protección”, dijo.
El director de Cambio Climático del Mvotma contó que Uruguay integra por tres años el Fondo Verde del Clima, a través del cual los países desarrollados aportan fondos a los países en desarrollo.
“En las próximas horas viajo a Corea, donde se reunirá la junta directiva del Fondo Verde del Clima, que fue creado en la Cumbre de Cancún, piedra fundamental para llegar al Acuerdo de París. Los aportes de este Fondo por parte de los países desarrollados son fundamentales. Es claro que se viven momentos de incertidumbre frente al anuncio de Estados Unidos de no continuar apoyando esta causa, ya que se había comprometido con tres mil millones de dólares y sólo aportó mil. Pero también hemos visto la posición de otros países, que anunciaron continuar apoyando a este fondo que contribuye a facilitar el financiamiento a países en desarrollo que tienen estrategias como la nuestra”, concluyó.
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