Hay condiciones para generar un ecosistema de investigación y producción de valor agregado en biotecnología, afirmó Bruno Manta. Tras su formación como doctor en ciencias biológicas, Bruno Manta partió hacia los Estados Unidos para desarrollar su postdoctorado. De retorno a Uruguay se integró al Centro de Investigaciones Biomédicas (Ceinbio) de la Facultad de Medicina. En su opinión, en Uruguay la respuesta a la pandemia de COVID-19 fue un ejemplo paradigmático en cuanto a la reacción de la academia. “Se anticipó a los gobiernos y a las empresas”, dijo en SobreCiencia.
Manta estuvo sus primeros dos años en el exterior en la escuela de Medicina de Harvard, en Massachusetts, y pasó luego a trabajar en el sector privado cuando se incorporó a New England Biolabs, compañía con fuerte énfasis en la investigación, contó.
Comentó que si bien los ecosistemas dentro de los que trabajó en sus años en el exterior no son comparables a los que pueda haber en Uruguay, sí es posible un camino uruguayo para convertir capacidad profesional científica en valor agregado. “Las empresas de la tecnología y la información, lo han hecho”, ejemplificó.
“Esas cosas no pasan por milagro”, dijo, sino que hay decisiones políticas estatales —como las que hubo en el estado de Massachusetts, apuntó—, que hacen a un lugar atractivo para las inversiones. Montevideo tiene condiciones para ser centro de desarrollo frente a otras de ciudades de la región, sostuvo.
Gente formada no falta y hay muchos jóvenes con iniciativas emprendedoras, apuntó. Está claro que hay necesidades de inversión, privada y pública, afirmó.
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Texto: Web Radio Uruguay
