El trabajo avanza en en conocimiento de cómo las células gestionan el oxígeno disponible y lo transforman en energía. William Kaelin, Peter Ratcliffe y Gregg Semenza obtuvieron este lunes el Premio Nobel de Medicina por sus investigaciones sobre cómo las células censan el nivel de oxígeno que les llega y cómo se adaptan a su variabilidad. Conocer los mecanismos con que las células gestionan el oxígeno puede ser un aporte para nuevos aplicaciones terapéuticas de anemias y del cáncer, explicó en SobreCiencia el científico uruguayo Rafael Radi, Integrante de la Academia Nacional de Medicina.
El oxígeno es una molécula central en nuestra vida, subrayó Radi. Una de sus funciones al ingresar al cuerpo humano es la que cumple al llegar a los tejidos, a través de la sangre. Allí, entre otros aportes, funge como fuente para la respiración de las células.
“La respiración celular se desarrolla en un organelo energético subcelular, la mitocondria, donde los ácidos grasos, los carbohidratos, los derivados de las proteínas, se oxidan para generar energía”, explico.
Se generan a partir de ese mecanismo otras moléculas que son “monedas energéticas”, a partir de las que las células pueden crecer, diferenciarse o moverse, agregó el investigador. Existía un gran dilema sobre cómo la célula mide los niveles de oxígenos, cómo detecta si son insuficientes y define si deben apelar a otra. “Ese entendimiento puede ser aprovechado para el tratamiento de algunas enfermedades que tiene que ver con la carencia de oxígeno, como la anemia o algunos tumores”, explicó.
Radi destacó que el de la investigación premiada es uno de los ejemplos de cómo la ciencia bien hecha termina siempre en aplicaciones. Subrayó que los trabajos en el área comenzaron hace 20 años y apuntó que los premios reflejan una acumulado de experiencias que van confirmando una ruta investigación.
Texto y foto: Web Radio Uruguay
Foto: Udelar
Entrevista: Gustavo Villa