El Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable cumple 90 años, y lo festeja con actividades durante todo el 2017. Susana González: “Como país, tenemos que apostar más a la ciencia”.
Coincidiendo con la fecha de nacimiento de Clemente Estable y el comienzo de la Semana de la Ciencia y la Tecnología; el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE) realizó el pasado martes 23 de mayo el acto lanzamiento de los festejos de sus 90 años.
Con la presencia de autoridades nacionales, académicas, invitados especiales e integrantes del Instituto, se dieron a conocer las actividades conmemorativas que se llevarán a cabo durante todo el año.
Entre ellas se destacan en el mes de setiembre un taller para docentes denominado “Los aportes de Estable al debate sobre Educación”; en octubre el concurso “Mi Tesis en 3 minutos” y el lanzamiento de los videos “Explorando la Ciencia”; en noviembre un Simposio IIBCE-CUDIM: “Neurodegeneración y Cáncer: Biología y Mecanismos comunes” y en diciembre la gala de celebración de los 90 años de la Orquesta Sinfónica del Sodre y el estreno del documental “Clemente” realizado por Pablo Casacuberta y el Centro de Artes y Ciencias (GEN).
En el acto de inauguración también se presentó oficialmente el sello conmemorativo del Correo Uruguayo por parte de la Pte Solange Moreira y el audiovisual histórico.
Previamente a esta celebración, la Dra. Susana González, presidenta del Consejo Directivo del IIBCE, dijo a Sobreciencia que este año es muy importante para el Instituto, porque es fundamental divulgar lo que se hace en él, ya que es el único Instituto de investigaciones biológicas público.
“Tenemos que ir a lo que decía el maestro Clemente Estable: ‘Con ciencia grande no hay país pequeño’, un tema de consigna en los 90 años. Nosotros como país chico tenemos que apostar más a la ciencia, porque eso es lo que nos va a distinguir entre grandes potencias”, expresó González.
La figura de Estable
Clemente Estable nació el 23 de mayo de 1894 en San Juan Bautista, un pequeño pueblo al norte del Departamento de Canelones. A los 27 años, ganó una beca para completar su formación en España y estudiar en el laboratorio que dirigía Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel de Medicina en 1906.
Estable trabajó intensamente con Ramón y Cajal y tuvo la oportunidad de conocer laboratorios de varios países europeos. Regresa a Uruguay en 1925 y es en 1927 que el Consejo Nacional de Enseñanza Primaria y Normal resuelve la creación del Laboratorio de Ciencias Biológicas, con Clemente Estable a su frente.
“Clemente tuvo el desafío y el coraje de enfrentarse a las autoridades y de exponer la importancia de tener un instituto de ciencias biológicas”, dijo González. Y agregó: “Si Clemente hubiera estado en España, hubiera conseguido un premio Nobel, porque era un científico muy completo, no solo en las neurociencias, sino también en las ciencias de la vida. Lo que aprendió en España, con coraje lo trajo a Uruguay”.
El legado
En los inicios de este laboratorio, creado en el ámbito de Educación Primaria, Clemente Estable se rodeó de científicos muy calificados y especializados en centros extranjeros de vanguardia, de las más diversas disciplinas. Esta visión multidisciplinaria trajo al laboratorio el abordaje de todas la áreas de la biología, lo que le permitió distinguirse en lo nacional, regional e internacional como un centro de investigación de excelencia.
Para Susana González, es muy importante dar a conocer que en nuestro país están los mejores neurocientíficos de Latinoamérica y que el inicio de la Escuela de Neurociencias fue en Uruguay. “Por ejemplo, la importancia de conocer las neurociencias, cómo funciona el cerebro, por qué es importante que un niño pequeño tenga estímulos y buena alimentación, cuáles son las conexiones neuronales que se pierden si no existe un buen ambiente. Nosotros no tomamos en cuenta que esas investigaciones comenzaron en Uruguay, por un joven que se fue a estudiar a España con un premio Nobel”, dijo González.
Otro punto fundamental del legado de Clemente Estable es la dedicación total a la ciencia como profesión en Uruguay. Como él mismo expresaba respecto a la profesión de investigador: “Todo el hombre, todo el tiempo”. Para Estable, el Estado debía reconocer que el investigador científico ejercía una profesión importante para el país y por lo tanto, era responsabilidad de los poderes públicos promover la ciencia y crear condiciones adecuadas para el trabajo de los investigadores.
El IIBCE hoy
El Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable es una institución pública sin fines de lucro que depende del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), donde trabajan cerca de 200 personas, entre investigadores, estudiantes de grado y postgrado, técnicos y administrativos.
De diversas ramas de la biología surgen proyectos que generan por año cerca de 100 publicaciones científicas arbitradas internacionalmente.
El IIBCE también se destaca por recibir por año a más de 1500 alumnos de escuelas y liceos de todo el país.
“Estable siempre concibió la formación en el instituto. En la época que él dirigía el Laboratorio, había maestros contratados. Nosotros hemos puesto como norma las visitas escolares para que los niños sepan cómo es la rutina de un científico. Es fundamental destacar la figura de Clemente Estable y el rol del Instituto, principalmente como formador de científicos. Hoy un 20% de los estudiantes de maestría y doctorado del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba), se forman en los laboratorios del IIBCE, lo que significa que tienen acceso al equipamiento y los materiales. Y el Pedeciba se forma por el interés de Udelar y el IIBCE, como un programa que hasta el día de hoy permanece en la órbita del MEC, o sea que también podemos decir que somos iniciadores del Pedeciba”, contó González.
Texto: Alexandra Perrone
Foto: Web IIBCE
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