Entrevista a la Dra. Mariana Meerhoff, PEDECIBA Geociencias, Prof. Agregada del Centro Universitario de la Región Este, sede Rocha. Aguadas, tajamares y otros pequeños espejos de agua parecen ser aliados en la lucha contra el cambio climático por su importancia para la conservación de la biodiversidad.
Recibimos en estudios a la Dra. Mariana Meerhoff, PEDECIBA Geociencias y Prof. Agregada del Centro Universitario de la Región Este, sede Rocha.
El proyecto Ponderful, financiado por la Unión Europea tiene a Uruguay como único país americano involucrado. Su objetivo es investigar cómo se pueden utilizar los estanques como soluciones basadas en la naturaleza para la adaptación al cambio climático. Mariana nos cuenta qué aporta Uruguay a esta investigación, cuáles son las características particulares que presentan estos espejos de agua en nuestro territorio y cómo pueden ser parte de la solución del principal problema que enfrenta hoy la humanidad.
“La evidencia científica es abrumadora: los lagos pequeños pueden tener una contribución muy desproporcionada. Pueden contribuir a mantener más especies y tienen un rol desproporcionado en el ciclo del carbono”, explicó la experta.
“Estimamos que hay unos 170 mil pequeños embalses en todo el país. La tendencia es exponencial en su construcción y no sabemos nada sobre cuál es su rol. Sabemos que pueden ser muy negativos para la biodiversidad que pueden promover. La discusión es cuál es el modelo productivo que se quiere impulsar, dónde y cómo protegemos nuestras fuentes de agua. Esa es una de las enormes discusiones en Uruguay y otras regiones”, aclaró.