El 90% de investigación en el mundo involucra animales. La ley de regulación de procedimientos para la utilización de animales en actividades de experimentación, docencia e investigación científica, fue aprobada en el año 2009 y reglamentada en el 2014.
La norma define la creación de la Comisión Nacional de Experimentación Animal (CNEA), actualmente presidida por Silvya Corte, bióloga de la Sección Etología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República. La científica dijo a SobreCiencia que Uruguay es el segundo país después de Brasil en tener una ley que regule la experimentación animal.
“Esta ley define la creación de la Comisión Nacional de Experimentación Animal que yo presido, la cual tiene que formular las normas para el uso y transporte humanitario de animales que vayan a ser utilizados para experimentación, docencia e investigación. Cumple la función de asesorar al Poder Ejecutivo con respecto a estas actividades y también implementar un sistema nacional de acreditaciones personales para todas las personas que vayan a trabajar con animales. La Comisión lleva un registro de esas personas y un registro de las instituciones que crían o usan animales para estos fines. También existen registros de los procedimientos de experimentación. Tenemos más de 25 instituciones registradas, y dentro de ellas, las personas que trabajan están registradas. Tenemos a su vez como una doble acreditación, porque a nivel de la Universidad existe la Comisión Honoraria de Experimentación Animal que realiza una acreditación a nivel universitario. Actualmente estamos trabajando para llegar a cumplir con la parte de fiscalización de la ley”, detalló.
Corte explicó que más del 90% de investigación en el mundo involucra animales, por lo que todavía son imprescindibles para el desarrollo de la ciencia, pero agregó que existe una firme voluntad de sustituirlos a medida que surjan nuevos métodos o modelos de experimentación.
“Es justamente eso, buscar lo que se conoce como ‘las tres erres’: reducir el uso de animales, refinar las técnicas utilizadas de manera de no infligir sufrimiento, y la última, el reemplazo. Reemplazar siempre que sea posible ese animal vivo por partes de animal o con elementos que no sean animales. Puede haber un reemplazo ‘in vitro’, utilizando células de tejidos, o ‘in silico’ que se realiza a través de cálculos matemáticos y análisis computacionales”, expresó.
El pasado 24 de mayo, se realizó una charla en el marco del ciclo de conferencias “Impresión 3D de la nuevas tecnologías en las ciencias de la salud”, organizado por la Facultad de Química de la UdelaR. En esa oportunidad el Dr. Rodrigo De Vecchi de L’Oréal Brasil (Episkin Academy) brindó una conferencia “Bioingeniería de Tejidos para Evaluación in vitro de Seguridad y Eficacia de Productos de uso Tópico”.
La experta contó que en esa oportunidad Episkin Academy de L’Oréal, dentro del grupo Premasur (Plataforma de Métodos Alternativos de Mercosur), presentó algunos métodos alternativos al uso de animales en experimentación e investigación científica. Métodos que fueron posibles gracias a que este grupo pudo desarrollar a través de lo que ellos denominan “Ingeniería de tejidos”, una piel humana sobre la que se puede realizar investigaciones, principalmente sobre toxicidad.
“Lo que ellos nos dijeron es que son células que se obtienen de cirugías, trozos de piel que van a ser descartados, se revisan, se eligen algunas células que luego se utilizan para crear una piel humana reconstruida. Ese banco celular está en Francia, pero EPISKIN está desarrollando eso en Brasil, por lo tanto ahora lo estamos viendo como una posibilidad más cercana, con un acceso más económico”.
Texto: Alexandra Perrone
Entrevista: Gustavo Villa