La mitigación de la contaminación de fuentes de agua potable viene siendo muy lenta, dijo en SobreCiencia el integrante del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales, Luis Aubriot. El Río Negro es el que tiene más toxinas, la microcistina, que puede generar enfermedades en el ganado y afecta a los humanos.
La sustancia puede ingresar al organismo cuando se toma agua y también a través de las vías respiratorias como consecuencia de la vaporización que se genera en deportes acuáticos. En ese caso, como la toxina no entra por la vía digestiva —que pone barreras—, “es muy peligroso porque va directamente a la sangre”, dijo.
“Hay muchos sistemas comprometidos que van a seguir generando problemas”, comentó. La Laguna del Sauce, la Laguna de Castillos son otros de las reservas acuáticas que presentan problemas graves, informó.
En el Río de la Plata, agregó, las descargas del Río Uruguay del Río Negro van a generar presencia de cianobacterias en las costas. “Los ambientes acuáticos todavía no se enteraron de que viene atrás un plan de mejora”, resumió el investigador.
Las medidas necesarias para evitar procesos de generación de cianobacterias o floraciones algales exigen mayor emergencia, recalcó.
Aubriot recordó que las floraciones, la generación de cianobacterias y son consecuencia de las acciones del hombre. Las decantaciones de campos fertilizados o el estiércol del ganado, entre otros factores, provocan un “enriquecimiento” del agua que propicia el desarrollo de los elementos contaminantes, repasó.
Lo que no se sabe, apuntó, es el efecto que las cantidades de toxinas —que están dentro de las aceptables para la OMS—podrían generar a largo plazo.
Las posibilidades de mejorar el agua en esas condiciones son la potabilización y la reconstitución del medioambiente, señaló. Se ha potenciado el primero de esos caminos, pero se hace muy poco en el segundo, agregó. Uno de las medidas para mejorar la situación, subrayó, es la reconstitución de la biodiversidad de las cuencas.
Texto: Web Radio Uruguay