Apoya emprendimientos industriales y el cumplimento de las normativas ambientales y productivas. La Unidad Fray Bentos del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), lleva más de diez años siendo un importante soporte al aparato productivo, brindando servicios analíticos a la industria alimentaria.
El LATU está ubicado en el núcleo del Sitio Patrimonial en torno a las antiguas instalaciones del Frigorífico Anglo (Fray Bentos-Río Negro) y cuenta con más de 1500 m², equipos de última generación y personal especializado.
SobreCiencia conversó con la ingeniera Lucia Arocena, jefa de la unidad, quién detalló cuál es el trabajo que vienen realizando desde su instalación en 2007 en esa zona del país.
El lugar cuenta con los laboratorios de Microbiología, Monitoreo Ambientales, Forestales, Mantenimiento y Administración.
Arocena aclaró que el LATU no es el contralor del área medioambiental, ya que dicho monitoreo lo hace a través de solicitudes de clientes.
– “Nosotros tenemos nuestros principales clientes acá en la unidad, que nos envían muestras a analizar o bien nos solicitan ademas del análisis de las muestras, el monitoreo y la toma de esas muestras; ya sea en aguas naturales o en efluentes, tanto finales como brutos y nosotros lo hacemos a través de una solicitud del cliente y no como el organismo de contralor. LATU se basa siempre en protocolos estandarizados y con la mayoría de los ensayos con una acreditación internacional de cumplimiento de norma”-detalló.
La experta subrayó la importancia de estar en un núcleo patrimonial.
“Repetir un poco la historia, cien años después, con una nueva revolución tecnológica, porque hoy en día no solo tenemos la declaración de sitio patrimonial de la UNESCO, sino que también se han ido instalando universidades en la zona lo cual hace al área más rica aun en cuanto a lo tecnológico y la investigación”- agregó.
Arocena mencionó que recibieron a más de 180 alumnos de secundaria en las jornadas de puertas abiertas realizadas en el marco de la Semana de la Ciencia y la Tecnología.
Texto: Alexandra Perrone
Entrevista: Gustavo Villa