Entrevista a las investigadoras Ana Silva y Bettina Tassino, corresponsables del Grupo de Cronobiología (Facultad de Ciencias – UdelaR). En SobreCiencia hablamos de cómo inciden en los hábitos de nocturnidad los horarios del sistema educativo y de actividades extracurriculares.
Recibimos en estudios a las investigadoras Ana Silva y Bettina Tassino, responsables del Grupo de Cronobiología (Fac. de Ciencias – UdelaR), para conversar sobre los hábitos de sueño de niñas y niños de Uruguay, y de la enorme influencia del sistema educativo y de su relación con la salud.
Las científicas explicaron en SobreCiencia que se le llama cronotipo a las preferencias individuales sobre el momento del día en que las personas prefieren realizar actividades o ubicar el sueño, y Jet lag social, a la diferencia entre el tiempo marcado por el reloj biológico y el marcado por la sociedad.
El estudio mostró que el 22% de niñas y niños uruguayos que van a la escuela en turno matutino, tienen “jet lag social”, y que el 33% de niñas y niños que van a la escuela en turno matutino, duermen menos de los necesario.
“Hay una tendencia a la nocturnidad en la adolescencia. Tanto antes como después, la mayoría de la población tiende a ser matutina. Pero no es rígido: el tiempo, la edad, la cultura y los hábitos lo moldean.
Los ritmos circadianos están sincronizados con el ciclo de luz y oscuridad. La luz artificial lo que hizo fue aplanar el gran contraste de luz y oscuridad a la que nuestros ancestros estaban adaptados. Las pantallas suman a esa cantidad de luz”, explicaron las científicas.
Las investigadoras llaman a voluntarios para participar en el estudio “Hábitos de sueño en la infancia”, escribir a: cronobiología@fcien.edu.uy
También la investigadora Valentina Paz, estudiante de doctorado de Silva y Tassino, está buscando voluntarios para participar en el estudio “Sistema circadiano y estados de ánimo”, escribir a: valentina.paz@pedeciba.edu.uy