De las 740 muestras analizadas de COVID-19, el 60% son de la variante P1

El Grupo de Trabajo Interinstitucional de Vigilancia Genómica de SARS CoV-2  trabaja en un nuevo estudio con muestras de todo el país.  Entrevista a Pilar Moreno.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          Desde que la covid-19 llegó a Uruguay, varios investigadores de distintas instituciones han trabajado en la secuenciación del genoma de las diferentes variantes del SARS CoV-2 que fueron ingresando a nuestro territorio. El objetivo era hacer un seguimiento de cómo se venía comportando el virus en el país.

Ahora, un año después, cuando vivimos uno de los momentos más complicados desde que se decretó la emergencia sanitaria, la mira está puesta en el seguimiento de las denominadas ‘variantes de preocupación’, como por ejemplo la P1, surgida en Brasil.

Es así que a comienzos de marzo de este 2021, se creó un grupo de trabajo interinstitucional (GTI), cuyo funcionamiento está basado en el programa integral de vigilancia genómica del consorcio

Covid-19 Genomics UK (COG-UK), en el que instituciones gubernamentales, académicas y privadas de todo Reino Unido, realizan la secuenciación rutinaria de SARS CoV-2 a gran escala. Este modelo requiere de asociaciones entre instituciones públicas, laboratorios académicos y hospitales.

El Grupo de Trabajo Interinstitucional de Vigilancia Genómica de SARS CoV-2 en Uruguay está integrado por la Unidad de Bioinformática del Institut Pasteur de Montevideo, junto al Laboratorio de Genómica Microbiana, el Laboratorio de Evolución Experimental de Virus y el Centro de Innovación en Vigilancia Epidemiológica, también del Institut Pasteur de Montevideo.

Además, lo integran el Laboratorio de Virología Molecular, de la Facultad de Ciencias (Udelar), el Laboratorio de Virología Molecular del Centro Universitario Regional Norte (Salto), el Laboratorio de Ecología Microbiana del Centro Universitario Regional Este (Rocha), el Laboratorio del Sanatorio Americano y el Ministerio de Salud Pública (MSP).

Los recursos financieros, hasta la fecha, han sido provistos por la Universidad de la República y el Institut Pasteur de Montevideo.

SobreCiencia conversó con Pilar Moreno, Profesora Adjunta del Laboratorio de Virología Molecular de la Facultad de Ciencias e investigadora del Laboratorio de Evolución Experimental de Virus del Institut Pasteur de Montevideo.

Moreno contó que este grupo recibe semanalmente, desde distintos lugares del país, 200 muestras ya confirmadas como positivas de covid-19, que son centralizadas en el Institut Pasteur de Montevideo.

Para clasificar estas muestras, se utiliza una nueva metodología que permite tamizar rápidamente las ‘variantes de preocupación’, así como detectar variantes conocidas de forma mas rápida, que luego son confirmadas por secuenciación. Por otro lado, otro grupo de muestras son secuenciadas de forma aleatoria para descubrir posibles nuevas variantes.

Las muestras se procesan de dos formas, primero, en el grupo que dirigimos junto con Gonzalo Moratorio, se diseñó una qPCR, que es la misma técnica que se utiliza para el testeo habitual. Esta es una modificación de la qPCR que nos permite, además de determinar la presencia del virus en la muestra, saber si ese virus es variante o no, o sea, vamos directamente a buscar la variante P1, la sudafricana y la británica. Con ese test, no solo vemos que la muestra es positiva, sino que podemos ver qué variantes son. De esas 200 muestras, 100 las secuenciamos. Por un lado, secuenciamos las variantes P1, para corroborar el resultado de la qPCR, y ahí encontramos una concordancia del 100%.

Así que nosotros en una hora podemos saber si son variantes o no las muestras que nos llegan. La qPCR me permite saber si estoy frente a variantes de preocupación, y la secuenciación me permite confirmar esas variantes de preocupación. Además secuenciamos un set de muestras que no fueron clasificadas para ver qué está pasando con el virus en nuestro país”, detalló.

La científica explicó que las variantes surgen porque el virus SARS Cov 2, como otros virus, tiene ARN como material genético, que implica una tasa de mutación alta, y cuando se replican, van introduciendo mutaciones en su genoma.

Moreno aclaró que el virus muta “al azar”, ya que no lo hace para transmitirse mejor o para evadir el sistema inmune del ser humano, sino que muta “como parte de la biología del virus”.

En este escenario de azar biológico, las mutaciones que se generan pueden tener tres características; la primera, que le aporten una desventaja al virus, lo que provoca que se dejen de replicar en la población. La segunda, que no le provoque cambios, por lo que el virus seguirá siendo como era originalmente, y la tercera posibilidad, y la más preocupante, que le de una ventaja selectiva al virus respecto a otras variantes que están circulando, como, por ejemplo, que se transmita mejor.

Si el virus muta, y hay una mutación que tenga una ventaja, simplemente empieza a desplazar a las otras variantes”, subrayó Moreno.

En febrero de 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en su boletín epidemiológico de covid-19, criterios prácticos para definir las variantes de SARS CoV 2.  Se establecieron dos grupos, las variantes de interés (VOI) y las variantes de preocupación (VOC).

Tenemos las variantes de interés, que son variantes que se encuentran circulando en algunas regiones, que parecen tener una ventaja, pero que aún no se pudo comprobar. Pero cuando se puede comprobar, con estudios en el laboratorio y a nivel poblacional, que esa variante existe, es cuando las llamamos ‘variantes de preocupación’.

A nivel mundial se hace un seguimiento, una vigilancia genómica para ver qué está circulando.  En este caso, variantes de interés está la P2, y hay dos variantes nuevas que están circulando en EEUU, en Nueva York. Estas son variantes de interés que podrían ser de preocupación, pero que no lo son aún.

En cuanto a las variantes de preocupación, hay actualmente cinco circulando por el mundo: la variante británica, la sudafricana, la P1 y dos variantes más que circulan en California (EEUU).

Moreno dijo que al día de hoy, el grupo ya procesó un total de 740 muestras positivas, de las cuales el 60% fueron clasificadas como P1.

Vemos que semana a semana hay un aumento significativo en la circulación de P1. Esta variante ya está en 17 departamentos, pero hay que aclarar que de los dos departamentos que faltan, que son Durazno y Cerro Largo, no tenemos cifras porque no se analizaron aún muestras de ahí.

Pero como este muestreo tiene aún ciertos sesgos, estamos trabajando en el diseño de un estudio para ver la evolución de la variante P1 en todo el territorio. Para eso, esta semana estamos procesando 600 muestras de todo el país, tomadas en tres días consecutivos, que recibimos a través del Sanatorio Americano y del Laboratorio de Diagnóstico del Institut Pasteur de Montevideo. El estudio es para saber cómo es realmente la circulación de P1 en Uruguay”, adelantó.

Respecto a la variante P1, Moreno explicó que se sabe que es más contagiosa, que puede evadir parcialmente los anticuerpos producidos por la variante común, o sea, puede haber reinfección. De todas formas, remarcó que si bien esta variante produce una reducción en la neutralización del virus, las vacunas siguen siendo eficientes para controlarla.

Si bien hay estudios in vitro que muestran que hay una reducción de la eficiencia de los anticuerpos para bloquear P1, estos estudios solo miden anticuerpos, no toda la respuesta inmune. La respuesta inmune involucra a muchos más actores que los anticuerpos”, explicó.

Se dice que hay un aumento en las hospitalizaciones porque es una variante más transmisible, hay más casos, indirectamente esta variable puede llegar a causar más muertes, porque hace que se sature el sistema de salud. Tiene mayor carga viral, y aumenta la mortalidad en edades más jóvenes” agregó.

Moreno remarcó la importancia del uso del tapabocas, el lavado de manos, mantener la distancia física y ventilar los ambientes. La experta agregó que el contagio por superficies contaminadas por SARS CoV-2 es sumamente raro, aunque sí podría darse si existe una carga viral muy fuerte.

#YoMeVacuno

Los virus son conocidos como entidades biológicas individuales desde fines del siglo XIX. Sin embargo, hay reportes ancestrales de la humanidad que nos hablan de la circulación de infecciones virales. Por ejemplo, existen representaciones que datan de hace más de 3.500 años que sugieren que el poliovirus estuvo presente en el antiguo Egipto.

Otro ejemplo es el de Aristóteles, que en el año 322 a.C. ya reportaba cómo la rabia afectaba a los animales.

Si te ponés a pensar, desde el momento que la humanidad es consciente de las enfermedades, ha estado buscando cómo enfrentarlas, y el ejemplo claro de estrategias aplicadas es lo que se llamó ‘la variolacion’, en el siglo XI, en China. El procedimiento consistía en sacar las pústulas de viruela, las cascaritas, las pulverizaban y las hacían aspirar con una caña de bambú, se las metían en la nariz, para lograr inmunidad.

La variolación fue una técnica sumamente extendida; Lady Mary Wortley, esposa del embajador inglés en el imperio otomano, la quiso llevar a Inglaterra. Esta técnica era bastante peligrosa, y generalmente ocasionaba heridas, lesiones y la muerte en el 2% de las personas que la llevaban a cabo. Pero de cualquier manera, ya en ese momento, la viruela natural tenía una tasa de mortalidad de un 25% en la población global, y de un 40% en bebés y niños. O sea que ese proceso de variolación, que era tan riesgoso, era mucho mejor opción que adquirir la viruela natural”, cuenta Moreno.

Pero es en el año 1796 que Edward Jenner, médico e investigador inglés, descubrió que las mujeres que se encargaban de ordeñar el ganado vacuno desarrollaban pústulas en sus manos producto de la viruela vacuna, pero no se enfermaban de la viruela humana.

A Jenner le llaman “el padre de la inmunología» porque se dio cuenta de que, si podía sacar líquido de las pústulas que tenían esa mujeres en sus manos e inyectarlo en pacientes, estos no adquirirían la enfermedad.

Moreno contó que Jenner tuvo que probar que su técnica funcionaba, y lo hacía inoculando el virus de la viruela vacuna a una persona, para luego exponerla a la viruela humana. Si bien la técnica era peligrosa, la misma se perfeccionó y logró salvar millones de vidas.

Tanto es así que la palabra ‘vacuna’, del latín ‘vacca’, fue la forma que encontró Louis Pasteur para homenajear a Jenner, casi 100 años más tarde.

En 1980, la Organización Mundial de la Salud comunicaba la erradicación definitiva de la viruela.

Las vacunas son un éxito mundial, previenen más de 20 enfermedades potencialmente mortales y evitan cerca de tres millones de muertes al año.

Hasta el 20 de abril de este 2021, la OMS informa que se han administrado en todo el mundo cerca de 900 millones de vacunas contra la covid-19.

El camino es largo, pero es por ahí. Hay esperanza.

Alexandra Perrone

 

 

 

 

 

 

* Esta nota salió en la sección SobreCiencia de la revista Caras y Caretas, el  viernes 23 de abril de 2021.

 

 

 

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