“Mentes en Juego”: las biólogas y bailarinas Natalia Coirolo y Mariana Marchesano hablan de hábitos de sueño en bailarines y bailarinas de la Escuela Nacional de Formación Artística Sodre. Ambas se enamoraron de la danza desde muy pequeñas, pero también de la biología.
“La primera vez que me presentaron la célula, el citoplasma, el núcleo, ta, me enamoré de la biología, y otro componente fue cuando estudié la sinapsis, por eso después yo hice opción neurociencias”, cuenta Natalia, que hoy trabaja en el grupo de Cronobiología de la Facultad de Ciencias, que lideran
Ana Silva y Bettina Tassino.
Natalia hizo su tesis de maestría en cronobiología, un cruce entre ciencia y arte: cronotipos y hábitos de sueño en bailarines y bailarinas de las Escuela de Formación Artística del Sodre.
“La finalidad fue analizar como un turno de entrenamiento o de realizar una actividad física como es la danza, afecta los ritmos biológicos…son cuatro años, y según el año van o al turno de la mañana o al turno de la noche…de 8 a 12:30 de la mañana, o de 20 a 24 de la noche, son turnos bien alejados que están haciendo la misma actividad con la misma intensidad. Era idea para estudiar el cronotipo y los hábitos de sueño y lo que pasaba con la fase
circadiana de la melatonina, en jóvenes similares en edad, pero en horas totalmente distintas”, detalló Natalia.
Por su parte, Mariana cuenta que ingresó este año a integrar ese grupo de investigación en cronobiología de la Facultad de Ciencias, y que piensa profundizar dicha investigación.
“Mi proyecto tiene que ver con observar que sucedió con esos estudiantes que iban al nocturno y que este año comenzaron a ir al matutino. Queremos ver qué pasa con los cronotipos, y por otro lado indagar que sucede con la atención y el desempeño motor en distintos momentos del día”.
