Ingenieros de sistemas junto a científicos trabajan en un software que pueda analizar la composición genética. La detección de organismos patógenos es una de las potencialidades.
MG Coders es una cooperativa de ingenieros de sistemas incubada por Incubacoop que junto a biólogos y especialistas en bioinformática y genómica, trabajan en el desarrollo un software que pueda analizar la composición genética de diferentes elementos para la detección —por ejemplo— de organismos patógenos.
Raúl Speroni, uno de los integrantes de MG Coders, dijo a SobreCiencia que el proyecto consiste en construir una plataforma tecnológica que abstraiga a los biólogos de los problemas informáticos.
“Actualmente ellos se tienen que dedicar muy fuertemente a la biología pero también a aspectos técnicos propios de la informática que llevan tiempo y hacen que haya muy pocas personas capacitadas para todo esto. La idea del proyecto es liberar a los biólogos de los aspectos informáticos en este tipo de análisis. Los biólogos usan algoritmos que son en general libres, que están disponibles para su uso, esos algoritmos son complejos, muchas veces fuertemente basados en la estadística. Nosotros pretendemos encontrar la forma de juntar esos recursos y disponibilizarlos. Analizar una secuencia de ADN con un algoritmo de estos puede llevar muchísimas horas en una computadora normal, porque son secuencias enormes, archivos muy grandes, y esta capacidad de cómputo no todo el mundo la tiene. Nuestra plataforma optimizaría costos y tiempo a los científicos”, contó.
Speroni agregó que esta propuesta está enfocada en la seguridad alimentaria, ya que es uno de los casos más concretos como para poder instanciar la idea del proyecto y tener un primer prototipo que se pueda mostrar, probar su viabilidad y eventualmente aplicarlo a otros campos.
“Los campos podrían ser muchos, como controles ambientales, control del agua, los alimentos genéticamente modificados, los nuevos tipos de alimentos, las posibilidades son enormes. Pero para hacer este tipo de análisis hay complicaciones técnicas desde el punto de vista biológico y del punto de vista de software y hardware, y todo eso puede enlentecer a un equipo de profesionales. Con una solución así sería más sencillo utilizar nuevos avances, que son diarios, porque todos los días hay investigadores que sacan una nueva conclusión, un nuevo algoritmo, una mejora sobre un algoritmo existente. Y pasar eso a un ambiente de producción, o a un laboratorio, no es trivial” aseguró.
El experto destacó que si bien el proyecto comprende un componente fuertemente tecnológico e informático; los protagonistas del futuro serán los biólogos y las instituciones que hagan este tipo de análisis. Speroni consideró que aunque este tipo de plataforma no es algo que las industrias puedan aplicar a corto plazo, sí aporta una perspectiva muy interesante a nivel país.
“Cada vez más mercados internacionales exigen otros tipos de controles de calidad. Si bien esto no es algo que se vaya a utilizar mañana, sí creemos que abre perspectivas interesantes poder asegurar que ciertos productos de exportación fueron analizados con mecanismos basados en la genética. También hay que decir que es más costosa y más lenta que algunos mecanismos que se utilizan actualmente, entonces un poco el desafío está ahí. Inmediatamente una industria no vería un beneficio en cuanto a costos en implementar una solución así, pero creemos que es una cuestión de visión más a mediano y largo plazo”, reflexionó.
La experiencia cooperativa
Speroni contó que encontraron en la opción cooperativa muchas ventajas, ya que sienten que el modelo no sólo satisface las necesidades de trabajo y de desarrollo económico sino que además abarca otros aspectos mediante mecanismos propios de la gestión.
“Nosotros somos una empresa de tecnología que recién comienza, estándar, que en Uruguay por suerte hay cientos, y salimos a buscar opciones, y encontramos en la cooperativa un campo con muchas ventajas. Somos seis ingenieros de la Universidad de la República que estamos trabajando hace tres años, y para esta propuesta se incorporaron dos biólogos. En este proyecto particular estamos en la incubadora Icubacoop que trabaja junto a Cudecoop y el Ministerio de Industria.
Actualmente estamos a mitad de camino, con un tutor que hace un seguimiento al emprendimiento. Hemos contado con un montón de asesoramiento; legal, de marketing, principalmente en aspectos que se nos escapaban, pero que son importantes a la hora de encarar un emprendimiento así. Hemos recibido mucho apoyo”, concluyó.
Texto: Alexandra Perrone
Foto: MG Coders
Entrevista: Gustavo Villa