“Con las playas de Uruguay hicimos todo mal”

Entrevista a los investigadores Dra. Ofelia Gutiérrez, Inst. de Ecología y Ciencias Ambientales (FCien) y Dr. Daniel Panario, Prof. Titular de Geomorfología (Fcien).                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          El cambio climático, pero fundamentalmente un cúmulo de intervenciones sin planificación ponen en riesgo nuestra faja costera, afectando seriamente ecosistemas y también fuentes de trabajo.

Muelles, espigones, colectoras, casas, saneamientos, plantas, kioscos, hoteles, escaleras. Un sinnúmero de intervenciones humanas, con poco y nada de planificación, distorsiono el circuito
de la arena disminuyendo cada vez mas la capacidad de recuperación de nuestras playas.
Sumamos a nuestra conducta, el efecto del cambio global, del aumento del nivel de las aguas, de las tormentas intensas y de los fuertes vientos.

La Dra. Ofelia Gutiérrez, Profesor del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de Facultad de Ciencias e investigadora de PEDECIBA Geociencias, habló sobre el ciclo de la arena y sus particularidades.

Gutiérrez subrayó que las playas son un ecosistema muy importante para Uruguay y señaló que el factor más importante de transformación es el cambio del uso del suelo.
Fuimos cambiando de una zona costera con grandes campos dunares, a la forestación, previo a la transformación en ciudades. Esa transformación fue restando parte del stock de sedimento que había en circulación. El mar se quedó trabajando con poca cantidad de sedimento para reconstruir las estructuras. Si bien es normal que el mar fluctúe, nosotros lo fuimos comprimiendo a un espacio más pequeñito”, explicó.

La científica agregó que para una dinámica natural de playas, es necesario tener una provisión de sedimentos, tener en cuenta los cambios en el nivel del mar, la posición y pendiente de la playa, y la energía de las olas.                                                                                          “Cada factor de esta dinámica es dependiente de los otros. Esta interacción siempre está cambiando y el ser humano está interfiriendo demasiado, la mayor parte de las playas del mundo están teniendo déficit de sedimentos, y este déficit es parte del antropoceno. Las playas hay que cuidarlas como lo que son, un ecosistema muy frágil”, expresó.

Por su parte, el Dr. Daniel Panario, Profesor Titular de Geomorfología en Facultad de Ciencias e investigador de PEDECIBA Geociencias, dijo que la forestación del Cabo Polonio generó con los años la falta de dunas de arena, que se notaron primero en Valizas, y después en Aguas Dulces, siendo este balneario de Rocha un ejemplo de degradación costera.
Cuando la playa retrocede, cambia la incidencia de las olas, y en ese lugar se forma un foco de concentración de oleaje, hay factores antrópicos que provocan estas cosas, pero hay también factores naturales que agravan el problema”, dijo Panario.

El científico contó que la playa Ramírez retrocedió 400 metros luego de construida la rambla.
De todas formas, Ramírez es un milagro, por lo poco que se ha ido retrocediendo, porque tiene todo ese remanente que tiene por debajo que va reponiendo arena. A pesar de todo está retrocediendo exactamente lo que corresponde para la subida del nivel del mar, que ha sido de 16 centímetros en Montevideo”, detalló.