Comienza este martes un laboratorio de prácticas educativas sobre el uso de teléfonos inteligentes para la enseñanza de ciencias naturales.
El investigador Arturo Martí explicó en SobreCiencia que los sensores y la portabilidad del dispositivo son los que dan la potencialidad al dispositivo.
“Queremos sacarles el jugo a los sensores, al acelerómetro, al magnetómetro, al sensor de velocidad angular, al sensor de presión, al sensor de luz y otros que transforman al celular en un laboratorio ambulante”, detalló Martí. Se les da a esos recursos usos que son diferentes a las aplicaciones que el fabricante tenía en mente al instalarlos.
Un ejemplo de aplicación es el reconocimiento de especies vegetales usando la cámara fotográfica. Otro es el uso del micrófono para aplicaciones diacústicas como por ejemplo el reconocimiento del canto de los pájaros.
Texto y foto: Web Radio Uruguay
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