En Uruguay son únicos exportadores de PMSG, una proteína para la inseminación artificial. Biomega es un laboratorio especializado en veterinaria, que se instaló en Melo, Cerro Largo, hace más de 25 años.
Desde el comienzo han apostado a la incorporación de conocimiento y a la capacitación del personal para un emprendimiento que consiste en el procesamiento de plasma equino hasta purificar una proteína llamada PMSG, que se usa en la inseminación artificial a tiempo fijo (IATF).
SobreCiencia conversó con Juan Bocking, director de la empresa Biomega, que detalló cómo nació este emprendimiento, que cuenta con el más alto nivel de calidad y equipamiento, y que exporta a Brasil el alrededor del 95% de este producto.
Bocking contó que todo comenzó de forma “muy artesanal”, junto a su hermano veterinario que había hecho su tesis en la Universidad de la República investigando una hormona que genera la yegua en un momento específico de su gestación. Agregó que en aquel momento, este protocolo de inseminación artificial de bovinos estaba muy desarrollado en Japón y en China y que se apoyaron en la colaboración de técnicos extranjeros expertos en el PMSG.
“El PMSG, es una proteína que se extrae de plasma equino, se somete a un proceso de purificación y sale de Biomega, que es el único laboratorio en Uruguay que hace este producto para su uso final. El 95% se exporta al Mercosur. Hoy en día la PMSG está siendo muy utilizado, demandado en lo que se llama el proceso de Inseminación a tiempo fijo. Si bien en Uruguay no está muy difundido, es un protocolo de inseminación que está creciendo año a año. En Brasil está muy desarrollado y muy publicitado, y es el gran demandante. Nos compran desde Brasil el 90% de la producción. Pero también estamos con el producto ya certificado en distintos países, como Paraguay y Colombia. Se utiliza principalmente en el protocolo de inseminación del ganado bovino, pero tiene posibilidades de ser utilizado en otros animales”, detalló.
Bocking aclaró que con este sistema se tiene acceso a una mejora genética de la especie y agregó que es un protocolo que se hace en nueve días, “con tres aplicaciones, uno consigue tasas de preñez entre un 60 y un 70%”, apuntó.
“Esperemos que surja este tipo de industria nueva porque eso trae una mejora en todas las personas que nos rodean, que están vinculadas a nosotros, porque todos ellos tienen una mejora de un protocolo de vida, ya no es sólo un protocolo reproductivo, porque se acostumbran a trabajar con conocimiento, van aprendiendo cómo son los procesos y todo eso abre la mente y hace crecer a la gente de forma exponencial”, concluyó.
Texto: Alexandra Perrone
Entrevista Gustavo Villa