Entrevista al ingeniero José Cataldo, responsable científico del proyecto. La Facultad de Ingeniería contaba desde la década del ’50 con un túnel de viento de pequeñas dimensiones, que permitió la generación de un grupo de trabajo experimentado, que tuvo un rol fundamental en lo que refiere al estudio de la energía eólica nacional.
En 1996, se construyó un nuevo Túnel de Viento, de 17 metros de longitud, 2,25 metros de ancho y 1,80 de alto.
El proyecto, que integraba un convenio de cooperación entre la Universidad de Minnesota y la Udelar, fue financiado por la “National Science Foundation” y por el CONICYT , incluyó la construcción del túnel y del edificio que lo integra.
La principal aplicación es el estudio de procesos que ocurren en la atmósfera en relación al viento, utilizando la técnica de la modelación física.
Hablamos con el Ingeniero José Cataldo, responsable científico del proyecto, nos cuenta por qué y para qué fue construido.
Cataldo contó varias aplicaciones que tiene este túnel de viento, entre ellas el estudio del ruido. Nos decía que los edificios modernos tienen diseños audaces, y eso genera la aparición de emisiones acústicas que generan molestias, no solo a los habitantes, sino al entorno.
Son varias las aplicaciones y no todas tienen quever con la construcción, también sirve para ver si en determinado lugar se puede instalar un aerogenerador, o cómo proteger determinadas plantaciones del efecto del viento.