Martín Baraibar fundó en París OxiProteomics, una compañía de biotecnología dedicada a promover el envejecimiento saludable de la población. Martín Baráibar hizo su licenciatura en ciencias biológicas en la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (UdelaR) y luego la maestría en biotecnología. La tesis la culminó tras radicarse tres años en Estados Unidos. Desde el año 2008 está en París en dónde fundó una empresa innovadora basada en tecnología revolucionaria Oxi DIGE.
Baráibar contó a Sobreciencia que desde sus primeros pasos en la investigación científica estuvo interesado en los aspectos moleculares vinculados al envejecimiento.
“El énfasis es tener una buena calidad de vida. Hay algunos elementos que son muy interesantes. Por ejemplo, en temas de salud, las enfermedades no transmisibles, que son uno de los grandes desafíos de la salud en el siglo 21, están ligadas a muchos aspectos de nuestra forma de vida, ya sea la alimentación, al ambiente en el que vivimos. Y muchas de estas enfermedades están ligadas al envejecimiento y nuestro interés es entender un poco mejor el mecanismo molecular de lo que luego vemos transformarse en esa patología. El tema del envejecimiento me interesa desde hace varios años, ya durante mi tesis de doctorado trabajé en enfermedades neurodegenerativas, y luego vine a Francia a trabajar en un proyecto europeo sobre envejecimiento muscular”, detalló.
El científico contó que OxiProteomics fue fundada en el 2014 en París, basándose en sus estudios en ciencias fundamentales, y remarcó que es posible a través de la ciencia fundamental poder generar valor en diferentes sectores productivos.
El modelo de negocio OxiProteomics se basa en tecnologías de vanguardia para analizar proteínas dañadas por la oxidación en muestras biológicas, la firma molecular más confiable del proceso de envejecimiento y el objetivo principal para combatir las intervenciones contra el envejecimiento. La oferta de OxiProteomics está respaldada por un equipo científico reconocido mundialmente en los campos del envejecimiento y el estrés oxidativo.
“Nosotros trabajamos en la parte alimenticia, en la parte cosmética y la medioambiental. Nos enfocamos en el desarrollo de biomarcadores y el descubrimiento de biomarcadores que pueden alertar sobre eventos y procesos que ocurren, por ejemplo, frente a la polución urbana. Trabajamos con organismos modelos como las abejas para ver el impacto de la polución aérea sobre los organismos. También con organismos acuáticos para ver los efectos de tratamientos de agua de la industrialización. Asimismo trabajamos en el impacto sobre el humano, como por ejemplo sobre la piel. Y de ahí el interés de la industria cosmética en nuestro trabajo, porque tenemos biosensores, que son proteínas oxidadas que permiten cuantificar y poner en evidencia en forma muy precoz los efectos nocivos de la polución”, expresó.
Baráibar agregó que Uruguay tiene grandes desafíos porque es un gran vendedor de alimentos y opinó que la ciencia podría aportar mucho para pasar de vender materia prima a vender productos.
Respecto a la formación científica en Uruguay, dijo que la educación de la Udelar es muy buena y que se egresa con un muy buen nivel de conocimiento que permite desarrollar actividades en cualquier parte del mundo.
Texto: Alexandra Perrone
Entrevista: Gustavo Villa