Uno de los proyectos que apoya el Fondo Vaz Ferreira. Teniendo en cuenta las consecuencias de la última sequía registrada en Uruguay, el conocimiento profundo de cómo son los procesos a nivel molecular en las plantas que se enfrentan a una situación de déficit hídrico, es muy importante. La científica María Martha Sainz, que trabaja en la investigación de ese tema en la Facultad de Agronomía, dijo a SobreCiencia que las plantas tienen diferentes tipos de respuestas para los episodios de sequía y que es fundamental conocer esos mecanismos.
“La soja es una planta de tipo leguminosa, como los porotos, las arvejas. Son plantas muy importantes para la alimentación humana y animal. Pero las plantas leguminosas tienen una característica que es que pueden interaccionar con unas bacterias que se encuentran en el suelo, que se llaman rizobios y establecen lo que llamamos simbiosis. En una simbiosis los dos componentes de esa simbiosis resultan beneficiados de alguna forma. En el caso de las plantas leguminosas, y en este caso de la soja, el beneficio que la bacteria le da a la planta es un macronutriente que es el nitrógeno y a cambio la planta le da a la bacteria azúcares, que es como decir que le da energía para que la bacteria pueda vivir”, detalló.
Sainz agregó que esta interacción que se da entre las leguminosas y los rizobios, genera un proceso conocido como ‘fijación biológica del nitrógeno’, que es cuando la bacteria le brinda nitrógeno a la planta. La experta destacó que este proceso es sumamente sensible a la sequía.
“Uno de los objetivos de esta investigación es conocer en detalle, a nivel molecular, qué proteínas qué genes son relevantes en este proceso, en el reconocimiento de la sequía y cómo impacta sobre la fijación biológica del nitrógeno, que es muy importante para estas plantas”, dijo.
“Quería resaltar además la importancia de que estas plantas puedan obtener el nitrógeno a través de la bacteria y que no necesiten tomarlo del suelo. Es muy importante, porque eso permite que estas plantas puedan sobrevivir en suelos muy pobres, porque estas plantas no necesitan ser fertilizadas, por eso a nivel económico y ambiental, es muy importante”, agregó.
“En el laboratorio nos interesa la respuesta a nivel de la planta, cuando estas bacterias interaccionan con las raíces de las leguminosas se producen como unas deformaciones y eso lleva a la formación de lo que llamamos el nódulo, que son como unas pelotitas que están en las raíces de estas leguminosas y es dentro de esos nódulos dónde ocurre este proceso tan importante de la fijación biológica”, detalló.
Sainz aclaró que a nivel científico se conoce bastante sobre estas bacterias, pero expresó que se necesita un mayor conocimiento sobre lo que ocurre con las respuestas que ocurren en una planta que tiene estos nódulos cuando se encuentra en una situación de déficit hídrico.
Agregó además que estos procesos no tienen que ver con si la soja es transgénica o no y explicó que lo que se busca con esta investigación es entender qué estrategias tiene la planta para poder desempeñarse lo mejor posible en una situación negativa, como es una sequía.
“Nosotros al final del proyecto lo que vamos a tener va a ser como una lista de genes que posiblemente tengan un rol relevante en estas respuestas de la soja a la sequía. Es una lista que después, mediante otro tipo de confirmaciones, que se harán en el marco de otro proyecto, nos permitirá decir con más seguridad ‘este gen es importante en la tolerancia a la sequía por tal y cuál cosa’. Eso sería a corto plazo. Y como un objetivo muy a largo plazo, la idea de esta línea es a través de ese mayor entendimiento de las respuestas, poder desarrollar plantas que sean más tolerantes a la sequías, que debido al cambio climático, van a ser cada vez más frecuentes”, concluyó.
Texto: Alexandra Perrone
Entrevista: Gustavo Villa